PLAYA DEL CARMEN.- La inflación impacta en la compra de productos para celebrar el Día de Muertos. “Cada año todo es más caro y el altar se está haciendo más pequeñito, aunque muy simbólico”, expresó José García, a unos días de la llegada de los fieles difuntos.
Junto con su padre continúa la tradición del Día de Muertos, para recordar a su madre que falleció cuando lo dio a luz.
No fue nada fácil para mi papá asimilar la noticia y enfrentarse a una nueva vida, sólo con la responsabilidad de un bebé recién nacido, por eso, con el paso del tiempo nos enseñó la importancia de recordar a nuestros difuntos”, aseguró.
Por más de 30 años, José ha observado el ímpetu y amor que su padre dedica al montar el altar de muertos con su tradicional papel picado multicolores, para recordar a la mujer que le dio el regalo de un hijo.
Para José, la imagen más fuerte del amor fraternal la tiene con su padre y los relatos que durante años le hizo sobre su madre, para que conociera sus gustos y forma de ser.
Tras cinco años de vivir en la soltería, su padre se volvió a casar y juntos formaron una nueva familia a la que se agregaron dos hermanas.
Sin embargo, lejos de debilitarse la tradición por recordar a los fieles difuntos, ésta se intensificó y enseñó a sus hermanas el amor por las tradiciones mexicanas.
Esta tradición nos recuerda la fragilidad de la vida y que la muerte puede llegar a la vuelta de la esquina, cuando menos te imaginas, por lo que es importante destinar días al año a hacer esta reflexión”, consideró.
Aunque la celebración del Día de Muertos es algo que le emociona hacer junto a su padre, lamenta que los productos cada vez estén más caros, pues tan sólo un adorno de papel maché puede costar desde 80 hasta 380 pesos, sin contar el incienso, las tradicionales flores de cempasúchil, el pan de muertos, los frutos y la comida favorita de su madre y abuela.
SIPSE.-