CHETUMAL.- Sólo una o dos de cada 10 personas con discapacidad que finalizan los talleres de inclusión laboral en el Centro de Atención Múltiple (CAM) de Chetumal, son contratados por empresas privadas.
Reyes Lorena Pavía y Quiñones, directora del Centro de Atención Múltiple (CAM) “Roberto Solís Quiroga” señaló que los alumnos egresados tienen las herramientas necesarias para ser autónomos y se puedan integrar al medio laboral, o desde sus hogares poder ser productivos.
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Señaló que el CAM gestiona que los jóvenes realicen prácticas laborales en las empresas de la ciudad, con la visión de que en corto plazo se puedan integrar al medio laboral, pero desafortunadamente, sólo uno o dos de cada 10 jóvenes son contratados.
“No todos los empresarios tienen esa sensibilidad y conciencia de que estos jóvenes pueden realizar el trabajo correspondiente a su capacitación, de manera correcta e incluso, mejor que cualquier otra gente”, enfatizó.
Agregó que durante el proceso de aprendizaje son extremadamente cumplidos y cuando aplican las enseñanzas en el plano laboral lo hacen de una manera correcta, porque están habituados a hacer el trabajo, y hasta un poco más.
Dijo que se necesita trabajar aún mucho más en la inclusión laboral en las empresas privadas, para que contraten a personas que padezcan alguna discapacidad, pero preparadas, brindando la oportunidad de ser independientes y de realizar su vida como todos los demás.
Por su parte, Deborah Angulo Villanueva, administradora del Hotel Villanueva donde trabajan cuatro personas con algún tipo de discapacidad, precisó que los jóvenes con esta condición trabajan y se desenvuelven exactamente igual que cualquier otra persona.
“Con las personas con problemas auditivos o de lenguaje, solo es cuestión de entender e ir conociendo su forma de comunicación y que ellos entiendan las disciplinas y necesidades de cada área laboral”, indicó.
Reconoció que los empresarios deben tener una mayor inclusión laboral y abrir las oportunidades de trabajo a este grupo tan vulnerable, pero plenamente eficiente y comprometido con las labores que se les encomienda.
“Es una responsabilidad y obligación como empleadores involucrarlos al desempeño laboral, nosotros mismos como sociedad vamos creando que no tengan una propia autonomía, volviéndolos una carga, cuando pueden ser autosuficientes sin ningún problema”, precisó.
Cindy Naomi Castro Gutiérrez y Luis Antonio Contreras Padilla, de 22 y 19 años de edad, respectivamente, tienen discapacidad auditiva, y desempeñan sus labores sin ningún problema como camarera y empleado de una tintorería con múltiples tareas asignadas, ella desde hace cinco años, y él iniciando el ciclo laboral.
Sus compañeras y compañeros de trabajo señalan que los jóvenes tienen contacto y se entienden perfectamente bien tanto con ellos como con los clientes, pero sin ningún problema.
De acuerdo con cifras del Servicio Estatal del Empleo, tres de cada 10 personas con discapacidad encuentra un empleo en la entidad, y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) indica que en empresas privadas, estos trabajadores cubren el dos por ciento del total de la plantilla laboral, sin cumplir la media nacional que es del tres por ciento.