CANCÚN.- Nadie lo esperaba. Nadie vio venir el ataque, el factor sorpresa que utilizó la delincuencia organizada ayer para que en tan sólo minutos, atacaran distintos puntos de la ciudad, dejando un saldo de cuatro fallecidos: un policía y tres sicarios.
Alrededor de las 16 horas, varios comandos armados ejecutaran a “Don Germán”, agente de la “pluma” del estacionamiento de la Vicefiscalía de la zona norte, para después arrojar granadas y disparar contra las oficinas de la Policía Ministerial, iniciando así una jornada de tres horas de violencia y seis etapas de terror en Cancún.
Después del atentado, llegó el caos y un enfrentamiento entre agentes ministeriales y sicarios sobre la avenida Xcaret, hecho al que se sumaron elementos de las policías Estatal y Municipal.
Los uniformados gritaron a sus compañeros que un comando de 10 motociclistas había entrado a la vicefiscalía y disparado contra el personal. El grupo se desplazó en diversas direcciones, algunos tomaron la avenida Cobá hacia un pasillo que divide la tienda Chedraui y las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Otro grupo de sicarios tomó la prolongación de La Luna, accionando sus armas contra la barda de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito. Los impactos reflejaron las armas de grueso calibre que portaban los delincuentes.
Lo cotidiano se paralizó, el tráfico quedó varado, los automovilistas que estaban cargando gasolina en la estación que se ubica frente a la vicefiscalía, se tiraron al suelo cuando se desató la balacera, pues uno de los impactos “floreó” el metal de uno de los pilares.
En cuestión de minutos la avenida Xcaret fuera sitiada por más de un centenar de policías de los tres órdenes de gobierno, además de marinos y militares.
Los trabajadores de la vicefiscalía se resguardaron en las instalaciones mientras pasaba el peligro, pero varios sufrieron crisis nerviosa, siendo atendidos por los paramédicos.
Una trabajadora de la dependencia, antes de retirarse del lugar, dijo que los sicarios “ingresaron por la pluma del estacionamiento de la Fiscalía, mataron a ‘Don Germán’, que era el de la ‘pluma’, le dieron un balazo en la cabeza, después aventaron granadas por la parte de atrás de la fiscalía, ‘rafaguearon’ a varios compañeros, y pues así es esto, no salir de la casa ahorita, estar tranquilos, yo gracias a Dios puede llegar a mi casa, me hicieron el favor de escoltarme unos amigos PJE” –sic-.
Quienes pasaban por la zona se quedaron varados, unos se ocultaron entre o bajo los vehículos, mientras los sicarios y policías intercambiaban disparos.
Los minutos pasaron, los policías apuntaban a todos lados. Trabajadores y clientes de plaza Las Palmas prefirieron quedarse en los locales y ver desde lejos como los uniformados buscaban a los delincuentes.
Una de las víctimas de la refriega fue un chofer y despachador de la empresa Gas Z, quien quedó en el fuego cruzado, en el cruce de las avenidas Xcaret y prolongación La Luna. Una de las balas perdidas atravesó el cristal del vehículo y lo hirió.
El chofer dejó abandonada la unidad, con el motor encendido, para resguardarse atrás de unos vehículos que se encontraba estacionados frente a una cancha de fútbol.
Más de 15 minutos duró el enfrentamiento entre autoridades y sicarios, después las ambulancias de la Cruz Roja y de empresas particulares pudieron ingresar a la zona. Algunos de los paramédicos entraron a la vicefiscalía para atender a los heridos; otra unidad de emergencia prestó auxilio al chofer de la gasera, de quien no se ha especificado en que parte fue herido.
El caos se trasladó a varios puntos de la ciudad, donde continuaron los reportes de gente armada, disparos y granadazos.
Después de los reportes y movimientos en el centro de la ciudad, alrededor de las 16:40 horas se recibió otra alerta por personas armadas y detonaciones a espaldas de la Gran Plaza, por lo que elementos de corporaciones se trasladaron hasta ese punto, donde presuntamente se daría muerte a otro de los criminales.
Dos camionetas de la policía municipal y un vehículo de la Policía Judicial, detuvieron a un sujeto acompañado de su esposa y un niño, a bordo de una camioneta Crossfox color azul, pero no se les encontró nada sospechoso y los dejaron en libertad.
A la altura de un semáforo, a contra esquina de un restaurante, dos unidades más de la Policía Judicial detuvieron a dos motociclistas para inspeccionarlos, ya que en un primer reporte del ataque a la Fiscalía General del Estado, se informó que los responsables se trasladaban presuntamente en 10 motocicletas.
El recorrido por parte de los elementos permaneció alrededor de la plaza y avenidas aledañas durante aproximadamente 20 minutos, en busca de los responsables de los ataques.
Entre la Gran Plaza, avenida La Luna y Nichupté, cinco patrullas de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito tenían acordonado un predio.
Minutos después del reporte de detonaciones de arma de fuego en la Gran Plaza, cerca de las 16:50 horas, la policía requirió más apoyo por el reporte de detonación de granadas en dos puntos de la avenida Nichupté: en una óptica y un predio metros adelante en una pared.
El primero señaló como punto de referencia una óptica en el cruce de las avenidas La Luna y Nichupté. Ahí, los testigos señalaron que los responsables viajaban a bordo de una motocicleta y accionaron el arma en contra del local, dañando la puerta principal y algunas vitrinas al interior.
El médico encargado, quien prefirió no revelar su nombre, presentaba algunas lesiones producto de la explosión y desprendimiento del cristal de la puerta; además de una crisis nerviosa.
Elementos ministeriales cerraron el tramo de la Nichupté a Las Torres, en ambos sentidos sobre La Luna a la altura del semáforo.
El doctor aún con las lesiones caminaba sobre la banqueta frente a su local, mientras una patrulla con elementos ministeriales resguardaba la zona. Entre la incertidumbre y nervios, contestaba a las interrogantes de los agentes.
Con lo sucedido en la óptica y la información de varios ataques difundidos en redes sociales, los comerciantes de la zona optaron por cerrar sus negocios.
El segundo ataque con granada fue sobre la Nichupté, entre la esquina de la Gran Plaza y avenida La Luna, sobre una barda con grafiti. En esta se observó un orificio y desprendimiento de concreto. Testigos afirmaron que los atacantes también circulaban en una motocicleta.
Un video difundido en redes sociales muestra que el ataque se realizó desde el carril que va de la avenida La Luna con dirección a la Gran Plaza a la altura de un área verde, segundos antes del ataque, una patrulla municipal pasó por la zona.
Horas más tarde trascendió de manera extraoficial que un sujeto fue detenido con un lanzagranadas y un par de armas.
Las patrullas que estaban custodiando la zona de la balacera, en la avenida Xcaret, recibieron el reporte de otra balacera, ahora en el kilómetro cero del bulevar Kukulcán, alrededor de las 17:15 horas.
Policías municipales bloquearon la zona de “El Table” para evitar que los automovilistas avanzaran hacía los hoteles, mientras se confirmaba el reporte. Los elementos de la Dirección de Tránsito bloquearon la avenida Bonampak a la altura del retorno a la entrada al bulevar Kukulcán, por lo que únicamente se podía ingresar por la Cobá.
El carril de bajada fue bloqueado por el personal de dicha corporación policíaca, desviaron a los automovilistas hacía la avenida Bonampak, como medida de seguridad.
Después, las corporaciones policíacas confirmaron que ya no había riesgo, reabriendo el acceso a la zona hotelera por El Table.
A las 17:30 horas, elementos de la Gendarmería y de Seguridad Pública resguardaron el palacio municipal, donde se ordenó al personal tirarse al piso y alejarse de las ventanas por el riesgo de un ataque.
Después de 15 minutos, personal administrativo y policías coordinaban la salida de los trabajadores del ayuntamiento por un costado del inmueble, en dirección a la avenida Nader, sin embargo, de pronto un policía municipal gritó que atacaban el palacio y alrededor de 30 personas buscaron refugio en la sede del ayuntamiento.
Sin embargo, se reveló que fue el nerviosismo del oficial que confundió con el palacio sede del Gobierno del Estado, ubicado sobre la misma avenida Tulum, pero frente a la estación de bomberos.
Ante esto, los agentes de diferentes corporaciones que se encontraban en la sede del Ayuntamiento, acudieron de inmediato al Palacio de Gobierno, cerraron la avenida Tulum a la altura de una tienda departamental, donde de acuerdo con testigos, hubo detonaciones al menos de un par de sujetos a bordo de una motocicleta.
Desde ese punto, en dirección a la avenida López Portillo, la gente descendió de las unidades de autotransporte para seguir a pie por las banquetas, con el aviso de la policía de que no se acercaran al palacio de gobierno.
Algunos ciudadanos corrían nerviosos por el movimiento policíaco en la zona, donde además, se presentó serio caos vial hasta la glorieta a la Historia de México. Muchos pendientes de sus teléfonos celulares para saber qué ocurría. Algunos negocios comenzaron a cerrar.
A las 17:50 horas se reportaron disparos en un hotel en contra esquina de plaza Las Américas. Quienes se encontraban en la planta baja escucharon detonaciones y corrieron al interior.
Llegó personal de la Marina y vigilaron por unos minutos, pero el apoyo fue después por más detonaciones, ahora dentro de la plaza.
De inmediato la Marina, Gendarmería y Seguridad Pública llegaron al centro comercial. Los negocios empezaron a desalojar a su clientela, pues la plaza fue vaciada. La avenida Tulum fue cerrada en el carril de baja, mientras que el de alta fue de manera parcial, en dirección al palacio municipal.
El caos ya estaba en plenitud alrededor de las 18 horas, los empleados de la zona tuvieron que caminar porque el transporte público estaba detenido y el paso de vehículos particulares intermitente.
Algunos corrían por el puente peatonal, otros hablaban por teléfono para comunicarse con sus conocidos y familiares para decirles que se encontraban bien. La policía pedía que apresuraran el paso para salir de la plaza.
Parecía como si fuera un atentado, comentaban algunos al recordar el ataque en el BPM en Playa del Carmen.
Del otro sentido de la vialidad, hacia el aeropuerto, fue bloqueado el carril de alta y como consecuencia el tráfico, que se notaba hasta la altura del palacio municipal.
SIPSE.-