BACALAR.- El Ayuntamiento y el ejido Bacalar, buscarán alguna alternativa para evitar que el atracadero que se ubica al final de la avenida Costera, a un costado del balneario ecológico, propiedad ejidal, siga siendo una trampa para los bañistas que acuden en grandes cantidades los fines de semana para disfrutar de la Laguna de los Siete Colores.

William Rubén Sánchez Náhuat, perteneciente al área de Protección Civil Municipal, señaló que ya se hizo del conocimiento de dicho problema a las áreas de Ecología y Desarrollo Urbano para que se establezca alguna alternativa, ya que han tenido reporte de vehículos y embarcaciones que han sufrido desperfectos en la orilla, por las condiciones que presentan las varillas.

Ramón Puc Moo, bañista asiduo del lugar, señaló que dentro del agua turbia de la orilla se pueden observar varias puntas filosas de varillas que sobresalen, sin que ninguna autoridad haga algo al respecto, no obstante el serio peligro que representan las varillas de metal, algunas de las cuales sobresalen del agua a una altura de medio metro y otras que se pueden observar a ras del agua.

Dijo que las más peligrosas, son las que no se ven, pero que se mantienen paradas bajo el agua que fácilmente pueden atravesar los pies de cualquier persona, ya que tienen punta.

Indicó que se trata de uno de los pocos lugares públicos donde las familias pueden nadar sin pagar cuota por ingresar, sin embargo, consideró que tal vez por ese motivo tampoco han solucionado ese problema, salvo colocando unos simples avisos en papel pegados en los árboles que alertan a los bañistas, “en lugar de repararlo”, dijo.

El muelle de madera presenta serio deterioro en el techo, pues los troncos que sirvieron para cubrirlo se encuentran en mal estado, puesto que la lluvia deterioró las pesadas vigas superiores, por lo que Protección Civil colocó pequeños avisos sobre el peligro que representa la estructura.

Al piso de madera le faltan varias tablas y de acuerdo con el visitante, también representan un peligro latente para los pequeños, pues a esa altura de la laguna, el agua alcanza casi un metro de profundidad, lo que puede resultar suficiente para que algún infante se ahogue por descuido, ya que puede caer entre los amplios espacios que existen entre los tablones.

SIPSE.-