MÉRIDA,- Un yucateco que vacacionaba en la Ciudad de México murió víctima de la violencia que azota la capital del país.

El fallecido, Óscar Alberto Sabina Pineda, y su familia vivieron unas unas vacaciones de terror en la Ciudad de México, luego de que este sábado otro automovilista le disparara al yucateco, quien conducía una camioneta, y murió sobre la Calzada Miramontes.

El sitio web de El Universal informa que fue baleado en al menos siete ocasiones después de chocar con el conductor de una camioneta gris que lo persiguió y lo atacó a la altura de la Glorieta de Vaqueritos. Óscar Alberto iba en compañía de su esposa, su hijo y tres perros, los cuales viajaban en los asientos traseros y resultaron ilesos.

Los perros acompañaron fielmente a su amo aún después de que certificaran su muerte, el más pequeño permaneció sobre sus piernas hasta que policías dieron la orden de que los retiraran de la camioneta Mazda para continuar con el procedimiento de ley.

Testigos relatan que eran aproximadamente las 5:30 horas cuando los automovilistas chocaron a la altura de Calzada de Las Bombas, en la delegación Coyocán, y durante varios metros intercambiaron insultos, gritos y amenazas.

El conductor de una camioneta gris le cerró el paso a Óscar Alberto, para luego descender y disparar en varias ocasiones e inmediatamente huir del lugar.

En su intento por resguardarse, la víctima brincó el camellón que separa los sentidos de las vialidades, pero las balas lo alcanzaron y su auto terminó parado a la altura de la calle Farol.

El cuerpo de Óscar Alberto quedó en el asiento del conductor y se le apreciaba un balazo en la cabeza. La ventanilla del copiloto registró los balazos, el asiento estaba vacío y todos los proyectiles fueron hacia el conductor. Alrededor de las 08:30 horas el cadáver fue trasladado a la morgue y la camioneta hacia un depósito vehicular, en la carrocería se apreciaban las manchas de pintura gris que dejó la camioneta del responsable.

La ventanilla del copiloto registró los balazos, pero como el asiento estaba vacío, todos los proyectiles fueron a dar hacia el conductor.