PROGRESO.- El primer domingo de agosto y tercero de las vacaciones de verano fue considerado como el mejor de lo que va de las vacaciones de verano, pues arribaron en todos los puertos del municipio poco más de 130,000 paseantes que llegaron en 55 mil vehículos.
Durante todo el día, estimó Carlos Flores Moo, director de la Policía Municipal, tan sólo en el malecón había poco después del mediodía 70,000 paseantes; para las 5 de la tarde la afluencia bajó y a esa hora permanecían 35,000 visitantes.
Más de la mitad de los 130,000 visitantes que llegaron en los puertos del municipio estuvo en el malecón, donde entre los servicios de mayor demanda fue el de regaderas, que no dejaron de funcionar durante todo el día.
Los prestadores de servicios, restauranteros, meseros, vendedores y operadores de turismo náutico, consideraron el de ayer como el mejor domingo de las vacaciones de verano, pues todo se combinó y prestó para una buena afluencia de paseantes, pues hubo buen tiempo, mucho calor y sol, además de que acaba de pasar la quincena.
En todos los puertos aumentó el número de visitantes; en el malecón llegaron 30,000 más que el domingo pasado que fueron 40 mil. En total hubo 50,000 mil paseantes más que el último domingo de julio, en el que se reportaron unos 80,000.
Los reportes oficiales indican que llegaron 55,000 vehículos, entre ellos poco más de 100 taxis colectivos, 130 autobuses de colonias, de los cuales entre Chelem y Chuburná habían 50, los demás estuvieron en este puerto, Yucalpetén y Chicxulub. Además de 20 autobuses con turistas nacionales.
El mar de paseantes comenzó a invadir playas, calles y carreteras a partir de las 9 de la mañana, dos horas después ya no había espacios para el estacionamiento vehicular en las calles aledañas al malecón, los vehículos estacionaron a lo largo de la calle 58 hasta la 80 de la 19 que es la avenida del malecón hasta la 31.
Para evitar caos vial, la policía municipal dispuso agentes en las esquinas principales, las de mayor aforo vehicular, a fin de desviar los automotores que entraban al puerto y se dirigían a la playa. En la salida y entrada se instalaron retenes de la policía estatal.
En el malecón, sitio de concentración masiva de paseantes, donde entre los productos de más demanda estuvo en primer lugar la cerveza y en segundo el pescado frito que se vendió de entre $90 y cien pesos, guardavidas de la Cruz Roja y de la Naval recorrieron la playa.
En el mar, frente a las costas, dos lanchas de la Secretaría de Seguridad Pública (bomberos), una de búsqueda y rescate y un barco de la Armada de México hicieron recorridos para ofrecer seguridad a los bañistas, pues no se permitió que las motos acuáticas y las lanchas de recreo se aproximarán a la zona donde los visitantes se bañaban.