CIUDAD DE MÉXICO.- No te sientas mal, el 45% de los adultos roncan. Y no, no es un dato precisamente positivo ya que este hecho va en detrimento de tu calidad de sueño y podría estar relacionado con depresión, problemas de memoria, ganancia de peso, problemas de corazón e incluso diabetes -si formas parte del 75% de los roncadores que, además, sufre apnea, el riesgo de sufrir un problema cardíaco aumenta-.
Y todo esto sin mencionar el enfado que tu pareja puede tener cada noche por tu culpa. Bien, parece que esto es más serio de lo que creías. Pero empecemos, ¿por qué roncas?
Las complicaciones para respirar mal pueden ser varias: alergias, congestión, obesidad, tabaquismo, consumo de alcohol, drogas y medicinas -especialmente relajantes- o genética. Si cumples estos terribles requisitos y, efectivamente, padeces esta alteración nocturna, apunta estos remedios:
1. Usa un humidificador. Muchos tienden a tener esta dolencia cuando el aire de la habitación se encuentra demasiado seco, por lo que necesitarás una hidratación.
2. Intenta no dormir boca arriba, ya que hará que te ahogues más rápido. Entrénate para hacerlo de lado, y si es del izquierdo, mejor.
3. Los fines de semana, evita tomar alcohol cuatro horas antes de ir a tu alcoba. Puede ser difícil, pero tu salud lo agradecerá.
4. Los aparatos bucales, una alternativa que quizás te funcione. Se compran en cualquier farmacia y son fáciles de usar: mantienen las vías respiratorias abiertas, ayudando a que respires libremente con nariz y garganta.
5. Abre tus fosas nasales: puede ser mediante tiras, una ducha de agua caliente, aerosoles o el remedio casero de la olla. Te será más fácil respirar.
Si nada de esto te funciona, quizás tengas que preparar tu ritual de sueño algo más a fondo con estos remedios:
1. Ocúpate de que tu casa está limpia de ácaros y polvo, ya que pueden provocar congestión. Ten limpias tus sábanas y ropa de cama.
2. Deja de fumar hoy mismo: el humo te irrita y te obstruye las vías respiratorias. Además, evitarás malos olores y un ahorro económico importante.
3. Ejercita tu garganta: existen ejercicios que fortalecen los músculos de dicha zona, lo que propicia que mantengas el
sonido a raya.
4. Por último, haz ejercicio. Te ayudará a perder peso, por lo que la obesidad no será un problema, mientras que también entrena los músculos de la garganta que se mueven con más facilidad para facilitar el paso del aire.
ESQUIRE.-