MÉRIDA.- La detención de Jorge, Claudia Rubí y Miguel Ángel Argáez López, y de la mamá de ellos Lina Rubí de Guadalupe López Conrado, confirman que las autoridades hicieron el trabajo de seguir el proceso en contra los defraudadores, acusados de cometer un millonario fraude en contra de decenas de personas.

El camino para fincarles responsabilidades se hizo largo, debido a que, luego de ser detenidos, un amparo que les concedió un juez federal, de modo que los dejaron libres, pero la Fiscalía General apeló esa resolución, de modo que ahora ya están presos de nuevo, a fin de que se les juzgue y devuelvan lo que robaron.

Después del fraude de Crecicuentas, de unos 500 millones de pesos, a por lo menos 400 de ahorradores, los afectados denunciaron ante la Fiscalía –se calcula que hay 217 querellas-, la cual integró los expedientes de las averiguaciones y los  remitió a un juez penal, quien al revisar el caso emitió las órdenes de aprehensión en contra de los acusados.

Como resultado de los autos de formal prisión, dictados el 10 de diciembre de 2013 y el 31 de marzo de 2014, emitidos por el juzgado sexto, penal estas personas fueron presentadas ante las autoridades.

Ante esta medida, los defraudadores se ampararon ante un juez federal, quien les concedió el amparo, lo que obligó a las autoridades locales a ponerlos en libertad. Sin embargo, la Fiscalía apeló esa resolución y la turnó al Tribunal Superior de Justicia del Estado, que le dio cauce y estudió el recurso interpuesto.

Debido a las acciones de la Fiscalía y al análisis del Tribunal Superior, que resolvió a favor de la apelación de la Fiscalía, de nuevo se dictaron nuevas órdenes de reaprehensión en contra de los implicados, quienes ya fueron detenidos de nuevo.

Sin duda alguna este caso despertó el interés de la opinión pública, la cual espera que a las personas afectadas se les restituya su patrimonio y a los delincuentes se les castigue como se merecen, ante tal acto de robo que cometieron.

Con esta acción de las autoridades locales, los afectados esperan que se haga justicia y que los implicados en este megarobo les devuelvan el dinero que depositaron en Crecicuentas; el ciudadano común ve que habrá justicia, lo que los hace mantener la confianza en las autoridades.