MÉRIDA.- El Cabildo de Mérida es el escenario del espectáculo que ofrecen los ninis panistas y priistas, quienes además de ser muy jóvenes e incapaces, son prepotentes y tratan mal a la gente, porque se sienten superiores. En esta ocasión hablaremos de dos panistas y de dos priistas: de los azules Juan Barea Canul y Paloma Angulo Suárez y de los tricolores Luis Castillo López y de Marisol Gómez García.
El trabajo de esos ninis deja mucho que desear aunque cada concejal del Ayuntamiento (sin incluir al alcalde, al secretario de la Comuna y a la síndico) cobra $55 mil al mes (trabajen o no), además gozan de $3, 560 en vales de despensa, y muy pronto cobrarán 40 días de aguinaldo. Así se las gastan nuestros regidores.
El que ha pasado sin pena ni gloria en el Cabildo de Mérida es el coordinador de membrete de la bancada panista, Juan Barea Canul, porque nadie lo toma en cuenta, nadie lo escucha, y de parte de los priístas nadie se sienta a negociar con él, ya que prefieren hacerlo con el secretario de la Comuna, Alejandro Ruz Castro.
Existe una desesperación entre los ediles meridanos del PAN porque, a un año de “gobernar” el municipio, nadie los conoce. Sin embargo, el caso de Barea Canul es más extremo, porque ha intentado por todos los medios llamar la atención de la prensa y de la sociedad en general, pero no ha obtenido resultados.
Barea Canul es hijo de las dos veces comisaria de Caucel, Pilar Canul Chacón, y precisamente es por la señora que su hijo llegó a ser regidor, pero él no tiene ni el carisma, ni goza del cariño ni siquiera de los panistas, ya no hablemos de todo Mérida, sino del distrito 3 que le corresponde.
Incluso, los concejales de oposición ni siquiera intentan llegar a acuerdos con él, porque lo consideran demasiado novato e inmaduro, de modo que prefieren hablar con quien de verdad puede ayudarles, que es el secretario Alejandro Ruz.
Otra edil a la que nadie conoce, que nadie sabe cómo llegó al cargo y que nadie sabe qué es lo que hace es Paloma Angulo Súarez; su caso es tan raro que ni siquiera los panistas saben quién es y cuál es su mérito para ser regidora.
La concejala blanquiazul jamás tiene intervenciones importantes en las sesiones de Cabildo, nunca atiende quejas de la sociedad, y nunca ha visitado subcomités panistas, por eso el interés de la militancia es saber qué hace cobrando como regidora si no tiene méritos.
Incluso, es tal la falta de oficio político de la edil blanquiazul, que cuando camina por el Palacio Municipal nunca voltea a ver a la gente y a los empleados que laboran ahí, porque tiene ínfulas de ser muy importante.
Los priístas tampoco se quedan atrás, hay dos casos de regidores que dejan mucho que desear en su desempeño. Uno de ellos es Luis Castillo López, que con apenas 23 años llegó a ser edil, sin tener el más mínimo conocimiento del cargo que ostenta.
Castillo López ha tratado muy mal a los trabajadores de la Comuna, pero principalmente a los varios asistentes que ha tenido, porque de manera injustificada los ha despedido a todos (alrededor de cuatro) en un año.
Es tal su desinterés por la sociedad, que pidió licencia y se fue 3 meses a estudiar a Estados Unidos y Europa, demostrando el poco compromiso que tiene con los meridanos.
También está el caso de una regidora que nunca habla y que las pocas veces que lo hace es para congraciarse con la Comuna; se trata de Marisol Gómez García, a quien hasta el alcalde de Mérida ha felicitado y la ha puesto como un ejemplo ante sus compañeros de bancada.
La edil supuestamente es presidente de la Comisión de Grupos Vulnerables del Ayuntamiento, pero nunca ha hecho nada a favor de este sector. En más de un año, lo único que ha hecho es presentar una propuesta de reglamento, pero fuera de ello no acostumbra apoyar a la gente, y su comisión sesiona únicamente para salir del paso y cumplir con lo que la ley le obliga.
Estos son cuatros regidores ninis, que se unen a los anteriores que ya hemos publicado en otra nota: Yahayra Centeno Ceballos, sobrina de Rosa Ceballos, y Mireille Morales Estrada, hija de los ex diputados Mercedes Estrada y Leopoldo Morales, actualmente director de Estructura del Comité Municipal del PAN en Mérida.