CAMPECHE.- Como cada año, en pomuch se dio inicio a la ya tradicional limpieza de osamentas y el cambio de paños, prácticas ancestrales que se complementan con el acondicionamiento de las criptas, el retiro de flores marchitas y la colocación de veladoras, para un mejor descanso de los fieles difuntos.
Este domingo fue notable la afluencia de familias enteras en el cementerio municipal, donde primeramente cambiaron los paños que envolvían a las osamentas y después las limpiaron. Otras familiares prefirieron solicitar el servicio del señor Venancio Tuz Chi, quien con mucha paciencia lleva a cabo el trabajo de limpieza de los huesos, utilizando un par de brochas para un mejor control de los restos óseos.
Don Venancio Tuz relata que desde media semana comenzaron a llegar los visitantes al panteón municipal, recién remodelado por las autoridades. “La idea de los pomuchenses es mantener viva esta práctica milenaria, a pesar de no saber la fecha exacta en que inició y cómo se fue difundiendo a través de las generaciones”, indicó.
Con orgullo revela que desde hace 18 años ofrece el servicio de limpieza de huesos en el camposanto de la localidad: “me siento muy contento cuando las familias me piden el favor de hacer el cambio de paños; además, he tenido el gusto de atender a periodistas de diferentes partes del mundo, explicándoles en qué consiste el ritual”.
Explicó que el acomodo de los huesos tiene su razón: “primero se colocan las extremidades, a un costado van los huesos de la costilla y la columna vertebral, encima se coloca la cabeza, y sí el difunto tiene cabello, también se puede peinar o en algunos casos la familia prefiere mantenerlo en una bolsa de nailon. Por este servicio percibo una remuneración de 20 pesos”.
Cabe señalar que durante la tarde del domingo continuaron llegando los familiares, llevando flores, pintando los osarios, así como la limpieza de los huesos, una costumbre que continuará preservándose por muchos años a través de las generaciones de pomuchenses.
Crónica de Campeche.