PL / WASHINGTON.- La Ley Patriota que permitía el espionaje telefónico a millones de estadounidenses expiró en la medianoche de ayer domingo sin que el Senado alcanzara un acuerdo sobre el nuevo proyecto conocido como la Ley de la Libertad Estadounidense.
Mientras tanto, el Senado retomará el tema hoy lunes al mediodía para considerar cambios en un proyecto de la Cámara que restringiría la autoridad del gobierno para espiar grandes cantidades de registros de teléfonos autorizadas después de los ataques terroristas de 2001.
El senador Rand Paul, republicano de Kentucky, bloqueó una extensión de la misma durante una sesión extraordinaria del domingo.
Se espera que los senadores aprueben una medida procesal hoy para considerar el proyecto de la Cámara, y luego comenzarán a enmendarla, un proceso que podría tomar de uno a tres días, según apuntan medios congresionales.
Los debates enfrentan a los que ven los problemas de seguridad como un imperativo y los que están preocupados por los peligros para la libertad individual sacados a la luz por las filtraciones de Edward J. Snowden, ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
El vencimiento de tres disposiciones clave de la Ley Patriota significa que, por ahora, la NSA ya no recopilará a granel registros de nueva creación de las llamadas telefónicas de los estadounidenses, ni el Buró federal de Investigaciones puede invocar la Ley Patriota para obtener órdenes de escuchas telefónicas para seguir a un presunto sospechoso de terrorismo, entre otras.
El presidente Barack Obama y su director de inteligencia nacional, James R. Clapper advirtieron sobre los peligros de dejar caducar la ley y demandaron la aprobación inmediata de un proyecto de ley de vigilancia aprobado por la Cámara.
Mientras el director de la CIA, John O. Brennan, apuntó el domingo durante una entrevista en el programa de CBS “Face the Nation”, que el asunto se uso más como tribuna política y apoyó la demanda de la Casa Blanca.
La nueva Ley de la Libertad Estadunidense facilitaría la investigación de planes terroristas, sin recurrir al espionaje telefónico masivo, pero haciéndolo más selectivo.
La Cámara de Representantes sancionó el 14 de mayo la norma que ahora está atorada en el Senado, con la cual plantea cesar la intromisión telefónica masiva desde las oficinas de entidades como la NSA y autorizar a las compañías de telecomunicaciones almacenar los datos.