TIZIMÍN, Yucatán, lunes 08/12/2025.- El encendido del árbol navideño dejó más sombras que luces y Tizimín vivió ayer domingo en la noche un evento que muchos describieron como “triste, pobre y sin espíritu”.

Mientras en otros municipios de la región ya brillan árboles monumentales, llenos de color, esferas y decoraciones, que buscan levantar el ánimo ciudadano, en Tizimín el árbol navideño colocado a un costado del palacio apenas mostró series de luces recicladas, que hicieron pensar más en un improvisado “circo” que en una celebración decembrina.

DESILUCIÓN: El ambiente general fue de desilusión, pues no había nada, solo luces colgadas y ya, mientras los asistentes esperaban una actividad más vistosa, como solía ocurrir en administraciones anteriores.

Hasta los municipios cercanos, que son más pequeños y reciben menor presupuesto, lograron instalar árboles más elaborados y bonitos.

Mi Grillo, mientras el alcalde Adrián “CaraBobo” Quiroz gastó dinero para ir a apoyar a la Judía Presidenta, esa que no quiere a la Virgen de Guadalupe y cuyo pueblo mató a Jesús, el árbol navideño quedó más triste que Hernán Cortes en la “noche triste”, afirmó nuestro perdido corresponsal.

La justificación oficial es que el presupuesto “no alcanzó” para una decoración más completa, pero para los viajes y las costosas ropas de Lina Fernández sobra, agregó nuestro corresponsal.

PREOCUPACIÓN: este pobre árbol navideño encendió aún más la preocupación de los trabajadores de la Comuna, ya que si no hubo recursos para adornos básicos, varios temen que tampoco haya solvencia para el pago de aguinaldos o para un festejo navideño, un evento que tradicionalmente organiza el Ayuntamiento.

De acuerdo con nuestro reportero, entre el personal municipal sigue el ambiente de incertidumbre, debido a que “las arcas están vacías”, pero los bolsillos de CaraBobo están repletos.

“Este año será complicado cubrir todos los compromisos de fin de año, de modo que la percepción es que los tizimileños podrían enfrentar nuevamente un diciembre lleno de promesas rotas y esperanzas falsas, mientras la ciudad intenta celebrar con lo poco que queda”, dijo triste nuestro entrevistado.

Y recalcó que el alcalde CaraBobo y su Dzulita Lina Fernández tienen dinero para irse a celebrar la transformación al zócalo de la Ciudad de México, transformación que a Tizimín no llega desde que entró este gobierno inepto.

La Dzulita sigue estrenando outfits caros y regalos que seguro superan los 10 mil pesos, mientras los empleados del ayuntamiento no tendrán ni una cena digna para navidad, finalizó nuestro corresponsal, sentado, como siempre en su banca del hermoso parque que remozó Pedro Couoh, papá, padrastro, abuelo y conciencia del inútil alcalde CaraBobo.