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MalVadillo, el Robín Hodd de la política, vuelve a la juerga, en la Bierhaus y Senza: Celebra su proyecto

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MÉRIDA, Yucatán, viernes 21/11/25.- Luego de que el martes se presentó como un ciudadano ejemplar y bondadoso, ayer Sergio “Jesús” MalVadillo (Malvadote) volvió a su vida de juerga: Invitó a chayoreporteros a la BierHaus y luego a Senza, a chupar.

Con su plan de espía para tratar de ganar Mérida, algo que les obsesiona a los ex priistas refugiados en Morena, desde lo más alto del gobierno de la 4T mandaron a MalVadillo a la guerra: Que engañen a pendejos no a El Grillo y a muchos otros que saben que buscan eso chairomorenacos.

Pues bien, ayer jueves en la Bierhaus MalVadillo abrió la cartera (con dinero que hizo con lo que les tocaba a otros, como hará ahora con los que aporten para su espionaje político) e invitó. Dicen que la cuenta superó los $15 mil.

Luego se fueron a Senza, otro antro suyo, en sociedad, donde MalVadillo acabó la fiesta, no pregunten como, sólo que estuvo a punto de decir de nuevo, por el dolor que todavía alberga por la derrota electoral de 2024: Yo no perdí el Distrito III, el Distrito III me perdió a mí. Chaironaco con lana.

EN CONTEXTO: El martes de esta semana, como publicamos, Sergio “MalVadillo” Lora anunció su nuevo juguete político, un dizque colectivo ciudadano, que en realidad es para lucrar políticamente, porque es una actividad política de inteligencia para detectar zonas duras contra Morena, su verdadero proyecto político.

Malvadillo nació para multiplicar miles de pesos en millones, por eso ahora siembra porque luego pretende cosechar con creces, muchas creces. Eso es lo que se le da a Sergio, quien multiplicó en millones su sueldo de $100 mil al mes y se volvió millonario, al estilo de Jesús, quien multiplicó los panes y los peces.

Hace apenas año y medio compitió por una diputación federal por el PAN y el PRI, y hace apenas unos meses se distanció del PRI, partido al que no ha renunciado, pese a que son evidentes sus coqueteos con Morena. Sergio quiere servir a dos amos.

Es un personaje demasiado quemado que ahora quiere presentarse como ciudadano, pero está difícil que los meridanos le crean.

Bueno, se trata de un moderno Robín Hood, que ahora repartirá un poco de lo mucho que multiplicó su sueldo, que de ganar $100 mil al mes ahora es millonario, dueños de hoteles, casas, marina y bares, entre otras cosas.