MÉRIDA, Yucatán, domingo 09/11/2025.– Bajo el cielo despejado de la península, la Feria Yucatán Xmatkuil 2025 abrió sus puertas a un sábado que respiraba tradición y fiesta. Desde temprano, familias enteras recorrieron los pasillos donde el aroma a panuchos, marquesitas y asados se mezclaba con el murmullo de los visitantes y el balido lejano de los ovinos. El día avanzaba entre risas infantiles, visitas a stands artesanales y la solemnidad de la Exposición Regional Ovina, donde las hembras y machos Dorper blanco desfilaban orgullosos. Los ranchos El Chaparral y Chansanlatah brillaron con sus ejemplares campeones: añeras, reservadas y adultas, mientras la categoría joven macho también coronó a El Chaparral con los dos primeros lugares.

Para el anochecer, la feria se transformó en un escenario palpitante. Según el reporte de taquilla, 113 mil 447 personas cruzaron los torniquetes, todas bajo el resguardo de un operativo que cerraba el día con saldo blanco. Entre ambulancias discretas y bomberos atentos, los incidentes fueron menores: algunos deshidratados, mareos pasajeros, un traslado preventivo que no comprometió ninguna vida.

El verdadero latido de la noche llegó con Matute. La banda, que pospuso su presentación del viernes, irrumpió en el Centro de Espectáculos Montejo envuelta en un juego de luces y sonido que convirtió el recinto en un viaje eléctrico a los 80 y 90. Miles de voces corearon “Maldita Primavera” y “Ni tú ni nadie”, mientras los medleys de Rock en tu idioma desataban una ola de nostalgia que era también celebración.

Cuando Matute cedió el escenario, la noche apenas comenzaba. AB Quintanilla y sus Kumbia Allstars, junto a Proyecto Uno, tomaron el relevo para envolver Xmatkuil en ritmos tropicales que encendieron los cuerpos y prolongaron la fiesta hasta altas horas. Entre luces, música y tradición, la feria demostró una vez más por qué es el corazón latente de Yucatán cada noviembre.