TIZIMÍN, Yucatán, jueves 09/10//25.– Mientras los mosquitos pican sin disimulo, unos pican en la cara y otros en … el alcalde Adrián “CaraBobo” Quiroz Osorio ‘desapareció’ (seguro las vendió) las dos termonebulizadoras que compró su papá político Pedro Couoh.

De estos equipos, que compraron en Guanajuato, y se anunciaron con bombo, platillo y un precio nada módico de medio millón de pesos, hoy nadie sabe nada de ellos, no se usan, no se ven y todo indica que tampoco existen, afirma nuestro fiel, veraz y persistente colaborador.
Mi Grillo, como si no bastaran las quejas ciudadanas por los baches, la falta de agua potable, el incremento de casos de dengue y la ausencia total de campañas de fumigación en la ciudad, ahora se suma un misterio que huele más a chatarra que a insecticida: La desaparición de las dos máquinas termonebulizadoras.
SE LAS LLEVÓ EL VIENTO: ¿Dónde están? ¿Se vendieron como fierro viejo? ¿Se arrumbaron en alguna bodega porque nadie sabe usarlas? ¿O simplemente se las tragó la tierra?, se pregunta nuestro veraz informante, quien agregó que, como la mayor parte del dinero de los tizimileños a las termonebulizadoras las desapareció el alcalde Lata de Gas.

Grillo, lo que es un hecho es que la inversión fue considerable y el beneficio para los tizimileños no está a la vista desde que el acalde, también conocido por Lata de Gas (bruto, pero bien ladrón).
El Ayuntamiento de la “Lata de Gas” brilla por su inacción; no hay campañas de fumigación, los casos de dengue siguen al alza y los moscos gozan de una ciudad entera como criadero, precisó sentado desde su banca, en el hermoso parque que remozó Pedro Couoh, papá político del alcalde CaraBobo.
CÍNICO EL CARABOBO: Lo más ridículo, agregó nuestro corresponsal, es que, como si se tratara de una broma de mal gusto, anteayer el alcalde CaraBoo apareció con su sonrisa de Mr Bin (de bobo) en un evento al que certificó un edificio como “libre de criaderos de moscos”.
En vez de mentirle a la gente, ese alcalde, el peor de la historia de Tizimpín, muy por encima de José Luis Peniche y de Chary, en lugar de organizar una estrategia municipal para atacar el problema de raíz, se celebra que un solo edificio haya sido reconocido, como si eso cambiara la realidad de las calles, colonias y comisarías.
La pregunta que se hacen todos (junto con los zancudos) es: ¿Y las máquinas dónde están Lata de Gas?
Porque mientras te tomas la foto en eventos, la salud de los tizimileños está en juego, te sigues burlando no solo de tus opositores si no hasta de tu misma gente, finalizó nuestro fiel comunicador.