MÉRIDA, Yucatán, domingo 14/09/2025.- Era un lunes 12 de septiembre de 1988, un día más de chamba en el caribe mexicano específicamente en Playa del Carmen, en PlayaCar haciendo Hidrogeología y comienzo de la semana laboral, y a eso del mediodía un rumor empezó a correr en el Caribe mexicano, que un ciclón muy fuerte se dirigía a la zona, recuerda el ingeniero Juan Montalvo, hoy jefe de meteorología de la Uady.
Así nos llegó el primer rumor, pero los habitantes de esa zona del Caribe mexicano nos calmaron diciendo a este bello paraíso que está creciendo como la espuma no le pegan los ciclones tropicales de ninguna manera, porque una gran bolsa de aire en el Canal de Yucatán, derivado de una Alta Presión natural, hace que se desvíen los grandes Ciclones que se dirigen a la zona y los envían al oeste de la isla de Cuba, y si no vean que paso con el poderoso huracán ALLEN, que nos amenazó en 1980 y a última hora se desvió y así con otros Ciclones que han querido venir solo lluvias nos traen cuando mucho dijeron a coro muy confiados los lugareños de la zona que trabajaban con nosotros.
Un año antes para las mismas fechas trabajaba con otros compañeros en la llamada Milla de Oro, entre Cancún y Puerto Morelos, y el mar en pleno septiembre muy tranquilo como un plato y calientita el agua por cierto y los pescadores ya grandes en edad y con mucha experiencia me decían que era un mal augurio para Quintana Roo que el mar Caribe esté tranquilo y caliente no es normal y seguramente si no en este año (era 1987) sino en el siguiente vendría un gran huracán, y cuanta verdad decían sus palabras.
En aquella época un servidor aún no me dedicaba de lleno a la meteorología, pero sí ya hacía mis propias indagaciones por mi cuenta y fui a visitar esa misma noche a un amigo que era aficionado de hueso colorado a la meteorología y que tenía su parabólica y captaba la señal del Canal del Tiempo de Estados Unidos, y lo encontré muy asustado y me dijo mira ese monstruo que está pasando sobre Jamaica se llama GILBERTO es un huracán categoría 4 y se dirige a nuestra zona, es tan grande que aunque dé la vuelta nos tocará, afirmó mi amigo todo alarmado y yo pensé este sistema tiene dos caminos, se dirige hacia el Canal de Yucatán y oeste de Cuba o se dirigirá al norte de Quintana Roo o sea a nosotros; rápidamente checamos sus lecturas de un barómetro que tenía en su casa y me comentaba que desde el domingo por la noche empezó a caer su valor y no se recuperaba lo suficiente siempre dando curva hacia abajo, y deducimos que era seguramente y tal vez para nosotros y lo peor, su Baja Presión de GILBERTO bajaba de form
El martes amaneció con lluvia y muy nublado en el norte del Caribe mexicano, GILBERTO se encontraba todavía entre Jamaica y Gran Caimán pero su extenso manto nuboso ya estaba sobre el norte de Quintana Roo y Canal de Yucatán, y su dirección oeste y noroeste franco lo enviaba directo a la joya del Caribe mexicano Cancún, y todo indicaba ya nada los desviaría y lo peor que ese martes iniciando la noche se convirtió en el peor huracán que el Atlántico haya visto al alcanzar la categoría 5 y dirigirse directamente a las modernas instalaciones turísticas del Caribe mexicano. Lo demás ustedes ya saben que fue lo que ocurrió y ya es historia pura, fue sin duda un parteaguas en la historia de la Península de Yucatán, se aprendió a tener respeto por estos fenómenos meteorológicos y, sobre todo, a no dudar que antes que nada la vida es lo más preciado.
El Caribe mexicano hizo una junta a toda prisa a las 10 am en palacio nacional para tomar decisiones y medidas supe urgentes, ya que se estaba a menos de 24 horas de impacto y ya para las 16 h 00 un viento con fuerza de Tormenta Tropical llegó a la zona cuando faltaban aun mas de 16 horas para su llegada. El pánico se apoderó de toda la población de la zona norte de Quintana Roo, se hicieron los preparativos y compras de auténtico pánico mientras en Yucatán con una cultura incipiente contra huracanes por la tarde se había decidido evacuar a la gente de la costa desde Dzilam Bravo hasta el puerto de El Cuyo por si acaso, como precaución y todo lo demás se tomó con demasiada tranquilidad, muy poca gente tomó precauciones y los que tenían sus casas en la costa veraniega solo algunos fueron a cerrar sus casas y traer lo más valioso, por si acaso, y esa decisión se pagaría muy caro en Yucatán.