CHEMAX, Yucatán, martes 11/02/25.- Barato le salió a Jacinto Dzib Poot, de 28 años de edad, el crimen que cometió contra a Fernando José U.H., de 19 años, a quien mató de nueve cuchillazos, en Catzín, comisaría de este pueblo: Sólo le impusieron 22 de los 40 años de cárcel que merecía.

Esta baja condena que deja sin pleno castigo el delito, se debió a que los parientes del asesinado cedieron a las presiones, seguro les ofrecieron dinero, y aceptaron un proceso abreviado, el cual SOLO beneficia al delincuente.

El pretexto de este injusto proceso es que el acusado “CONFIESA” el delito y por eso le rebajan hasta dos o tres partes la condena, aunque en este caso fue un poquito arroba de la media.

EN CONTEXTO: A fines de enero de 2024 publicamos que, por rencoroso, maricón y traicionero el drogadicto Jacinto D.P., de 27 años de edad, saldría viejo del Penal, ya que emboscó y mató de nueve cuchillazos a Fernando José U.H., de 19 años, quien lo había madreado antes, en un baile en Catzín, Chemax.

El cuerpo sin vida del infortunado joven lo descubrieron al amanecer, tirado entre las hierbas de un pasillo ubicado entre la comisaría municipal y la iglesia católica, en la calle 8 con 5 del centro de la población de Catzín, lo que dio tiempo suficiente al agresor para huir.

Al sujeto, al que detuvieron en cumplimiento de una orden de aprehensión que se ejecutó en la colonia Santa Rita, de Tizimín, donde se había refugiado.

EL CRIMEN: El domingo 21 de enero, a las 02:55 horas, en un pasillo ubicado entre la comisaría municipal y la iglesia católica de Catzín, con un arma blanca Jacinto hirió nueve veces en el tórax a Fernando José, quien murió desangrado por un trauma torácico abierto.

La cobarde, traicionera y alevosa acción de Jacinto se debió a que antes, durante un baile popular que se efectuaba en Catzín, Fernando lo había madreado, de modo que en venganza esperó a su rival en un lugar donde no había muchas personas para herirlo de muerte.

Según vecinos, el homicidio del joven pudo ser por viejas rencillas entre pandillas ya que en Chemax hay muchos vándalos.

“En Chemax y en las comisarías no hay ley, las pandillas, la venta de droga y alcohol está a la vuelta de cada esquina” indicaron personas de Catzín.

La siempre polémica juez de control de Valladolid, Claudia Crisol Antonio Mayor, aprobó que este crimen quede medio impune y concedió el proceso abreviado, por medio del cual también amonestó públicamente al asesino; le suspendió sus derechos políticos; lo condenó a la reparación integral de los daños y perjuicios; le prohibió aproximarse a la víctima indirecta, y le negó los beneficios sustitutivos de la pena de prisión.