MÉRIDA, Yucatán, martes 24/12/24.- (Jhony Alamilla Castro) ¡Ay, qué chido es el “periodismo” de copiar y pegar!: El lunes 23 de diciembre del 2024, en la que todos esperamos leer noticias fresquitas y bien cocinadas, nos topamos con la “obra maestra” de Adrián Olivos.
Imagínese, amigo, un mundo donde tener una computadora es como tener el diploma de periodista. Donde el acceso a la información en las redes ya te hace “prensa”. Así vive Adrián Olivos, un “reportero” que ha subido la ética y el profesionalismo del periodismo hasta… ¡el suelo!.
CÍNICO: Él dice en una propaganda suya “Tendremos grabación en vivo el 24 para evidenciar la forma de informar a la gente sin investigar… Cínico y descarado, el copia notas y NO se toma la molestía de poner siquiera de quien es la información.
El “Grillo de Yucatán”, un portal que se pone las pilas con informantes en la calle, saca una nota con el título “El alcalde de Tizimín protege a ‘Chicho’ y minimiza la agresión a Elizabet: Hoy, marcha y protesta”. Todo bien investigado y redactado.
Pero, ¡oh sorpresa!, en “La noticia sin censura de Yucatán” de Adrián Olivos, la misma nota aparece. ¿La diferencia? Ninguna, solo que aquí parece que la nota cayó del cielo, sin dar crédito a nadie. Un copy-paste tan descarado que ni se molesta en esconderlo.
¿Violación de derechos de propiedad intelectual? ¡Tsc! Para Adrián, eso es como pedirle a un “chicharro” que no pique. Lo que realmente busca es información que le tire al Gobierno de Joaquín Huacho Díaz, no porque le interese el bienestar de Yucatán, sino porque huele el “chayote” del gobierno o de algún presidente municipal.
El portal de Olivos no es más que un “basurero” digital, un lugar donde las noticias van a “chamuscarse” y renacer con otro nombre, sin ni una pizca de originalidad o verificación. Aquí, el periodismo se convierte en un juego de “quien pega primero, pega dos veces”, pero sin el mérito de la investigación o el esfuerzo.
Así que, mientras el verdadero periodismo sale a la calle con micrófonos y cámaras a buscar la verdad, Adrián Olivos se acomoda en su “sillón” con su PC, creyéndose merecedor del “Premio Periodista Tuzquep” por su maestría en el “copiar y pegar”. Porque en su mundo, el trabajo periodístico no necesita ser verdadero, solo necesita un buen clic.
Internet no puede reemplazar la ética del periodismo. ¡Qué ironía! Porque Adrián Olivos no es periodista; es un “secretario de redacción”, un “copión” moderno que confunde el oficio con una partida de “copiar y pegar” en el ciberespacio.
Adrián, has convertido la noticia en una “chiquiteada” para los lectores de Facebook de Yucatán.