CENOTILLO, Yucatán, viernes 06/12/24.- El reciente anuncio de Gualberto Aguilar Loria, comisario ejidal del pueblo, quien dijo que va a decomisar terrenos, es una sobrada muestra de nepotismo y tráfico de influencias que afecta a la comunidad.

El anuncio de este sujeto, cuya ignorancia galopa alegremente, también demuestra una preocupante ignorancia sobre sus facultades legales y que quiere venganza política, solapado por Edgardo Medina Rodríguez , secretarioa de Desarrollo Rural..
Este acto, carente de sustento legal, es un ejemplo claro de cómo la desinformación y el uso irresponsable del poder pueden crear incertidumbre, conflictos y malestar en el núcleo ejidal.

En México, la figura del comisario ejidal tiene funciones estrictamente definidas bajo la Ley Agraria, entre ellas la administración de los bienes ejidales, la representación del núcleo en actos jurídicos y la ejecución de las decisiones tomadas por la asamblea ejidal, que es la máxima autoridad del ejido.
Sin embargo, ninguna de estas funciones incluye la capacidad de decomisar terrenos de manera unilateral. Este tipo de acciones, si fueran permitidas, deberían pasar por procedimientos claros, con respaldo de la asamblea y, en muchos casos, del Registro Agrario Nacional (RAN).

¿QUÉ HACER ANTE ESTAS AMENAZAS Y ABUSOS? Los ejidatarios y ciudadanos afectados deben tomar medidas legales contundentes: Pueden denunciar ante el Tribunal Agrario o, en caso de una violación flagrante de derechos, solicitar un amparo.

Además, deben denunciar los abusos de autoridad y el tráfico de influencias, como una forma de evitar que estos actos queden impunes y continúen dañando a la comunidad.

Ignorar estas situaciones solo abre la puerta a mayores conflictos y a la vulneración de los derechos de quienes habitan y trabajan en los ejidos.

VULNERA LA CONFIANZA: En el caso de Cenotillo, lo que está en juego no es solo el respeto a la ley, sino la confianza de los ciudadanos en sus autoridades y representantes. Payito Aguilar Loria y quienes lo respaldan deben entender que el poder no es un cheque en blanco para imponer su voluntad, sino una responsabilidad que debe ser ejercida con conocimiento, legalidad y respeto hacia quienes representan. De no corregirse a tiempo, el costo para la comunidad podría ser irreparable.

PAREJA PREPOTENTE: A este problema se suma un contexto aún más preocupante, ya que, debido al tráfico de influencias ejercido por Edgardo Medina, a la pareja de Gualberto Aguilar Loria, Hermila Ruiz, la designaron directora del COBAY (Colegio de Bachilleres) de Cenotillo.

Este nombramiento ha desatado inconformidades entre empleados y alumnos, quienes afirman que la señora es prepotente de Ruiz, alimentada por el respaldo político de Medina Rodríguez (a) “Yuri” y de figuras como Javier May.

Estas denuncias evidencian cómo el favoritismo y el amiguismo se imponen por encima del mérito y el respeto a la comunidad, de modo que este caso debe servir como un llamado a las autoridades correspondientes para investigar y sancionar, no solo los actos ilegales del comisario ejidal, sino también el tráfico de influencias en instituciones educativas como el COBAY.