MÉRIDA, Yucatán, sábado 30/11/24.– Doce días después del escándalo que protagonizó en el palacio de gobierno, al darle una bofetada a Dafne López Martínez, hoy Víctor Cervera Hernández renunció a su cargo de director del Instituto Yucateco de Emprendedores (IYEM).

En su cuenta de Facebook publica la carta de su renuncia, en la que dice que nunca busco un cargo en el gobierno del estado y que le agradece al Desgobernador Joaquín #HuachoTuzquep Díaz Mena la oportunidad que le dio.

Muchas gracias señor gobernador Huacho Díaz Mena y mucho éxito en su gobierno por Yucatán, encabeza la publicación del hijo de Víctor Cervera Pacheco y abajo pegó la carta de su renuncia, fechada hoy 30 de noviembre.

ANTECEDENTE: el jueves 21 de este mes publicamos que, si ya saben como es Víctor Cervera Hernández, para qué lo invitaron al gobierno. No sirve como funcionario público y para nada, porque se siente indomable, pero no es más que un junior caprichoso, prepotente, inmaduro y que se porta como niña malcriada.

A Víctor Cervera Jr no le ha caído el 20 que ya no es simplemente ese chavorruco que hace lo que le pega la gana, sino que es director del Instituto Yucateco de Emprendedores (IYEM). Le queda grande el cargo, tan grande como su ego de gata salvaje.

El martes de esta semana protagonizó un bochornoso espectáculo, cuando Dafne López Martínez, coordinador de asesores del gobernador Joaquín #HuachoTuzquep Díaz Mena, le pidió que le “bajara” a sus publicaciones en redes sociales, porque no corresponden a la ecuanimidad de un funcionario público, además de que dañan la imagen del gobierno e incomodan a #HuachoTuzquep.

En lugar de aceptar el pedido de que modere sus publicaciones en rede sociales, Víctor Cervera se alteró, discutió con Dafne López y le propinó una bofetada, todo esto en medio de una andanada de insultos, recordatorios de madres y hasta se mandaron mutuamente al rancho de AMLO, y no precisamente a saludar al vejete.

No fue la primera vez que le han pedido a Víctor Cervera que le baje el tono a sus publicaciones, pero no hace caso porque es se siente una potra indomable, un chavorruco prepotente, inmaduro y que se porta como niña malcriada.

En una demostración más de su mal carácter y de prepotencia, hace CUATRO años, el 17 de enero, Víctor Cervera abofeteó a un joven, quien le contestó a sus groserías, pues el hijo de Cervera le reclamó a gritos que se haya estacionado en la puerta de su casa, como oportuna y atinadamente publicó El Grillo.