MÉRIDA, Yucatán, jueves 28/11/24.- Con 13 días de anticipación, luego de la disipación de la depresión tropical “Sara”, el martes 18 de noviembre acabó prácticamente la temporada de huracanes 2024, que dejó varios sustos, como el ocasionado por “Beryl”, pero dejó mal a los agoreros del mal y al merolico calvo del clima.

Los daños en la infraestructura urbana y en propiedades privadas prácticamente fueron mínimos, pues hubo caída de árboles, postes y anuncios, pero nada grave.

LA GRAN PÉRDIDA: La temporada de huracanes concluirá el próximo sábado 30 de noviembre y, la gran pérdida fueron los ocho pescadores fallecidos, uno que esperó cinco horas y la ayuda del Desgobierno de #HuachoTuzquep nunca llegó, de modo que cansado de esperar sobre una lancha volcada cayó al mar, frente a los desesperados e impotentes ojos de su hermano quien vigilaba desde una avioneta.

Muchos hubieran cambiado esas ocho vidas por cuantiosos daños materiales, pero lamentablemente se perdieron vidas humanas, lo que ayudará para que el próximo años, los pescadores tomen precauciones, porque con la madre naturaleza no se juega, es devastadora y no tiene piedad.

COMPRAS DE PÁNICO: Otro efecto colateral fue que muchos, que siguen a amarillistas, sensacionalistas y al calvo merolico del clima compraron tantas provisiones, que acabarán de gastarlas en la cena del 24 de diciembre.

Por lo demás, gracias a Dios, a Yucatán le fue bien, excepto a las familias de los pescadores desaparecidos. Esto fue una lección, ojalá se aprenda.