MÉRIDA, Yucatán, lunes 25/11/24.- (Jhony Alamilla Castro) El gobierno de Joaquín #HuachoTuzquep Díaz Mena manipula el presupuesto de los municipios (dos quincenas) tras el recorte del 50% en las participaciones presupuestales asignadas a los 106 municipios de Yucatán.

Este recorte, sin precedente y carente de justificación clara, ha puesto en jaque a los ayuntamientos, que ya enfrentan dificultades para cubrir siquiera el pago de nóminas. Más allá de un ajuste administrativo, esta decisión parece ser parte de una estrategia para financiar un gobierno que opera entre la ineptitud y la manipulación.

La justificación para este recorte radica en una supuesta reorganización financiera. Según explicaciones técnicas, las participaciones federales se calculan a través de una fórmula preestablecida que garantiza a los municipios recibir al final del año lo programado en el presupuesto anual. Sin embargo, el mecanismo que está empleando el gobierno de Huacho no solo viola los principios de autonomía municipal, sino que también exhibe una preocupante falta de estrategia financiera.

LA MANIPULACIÓN DE LAS FINANZAS MUNICIPALES
El recorte presupuestal no es irreductible por ley, pero el retraso en las entregas de los fondos pone en desventaja a los municipios, obligándolos a operar con recursos insuficientes durante gran parte del año.

Esta estrategia permite al gobierno estatal “financiarse” temporalmente con recursos que no le pertenecen. En lugar de recurrir a créditos bancarios de corto plazo, una práctica común y legal para cubrir déficits temporales, Huacho opta por utilizar los recursos de los ayuntamientos, dejando a las comunidades sin acceso a servicios esenciales.

El impacto económico en los municipios es devastador. Servicios públicos como alumbrado, recolección de basura y seguridad han sido drásticamente afectados. Peor aún, muchos municipios no han podido pagar salarios, lo que provoca descontento social y paraliza la administración local.

Esta situación genera un efecto dominó que golpea directamente a la economía local, afectando a pequeños comerciantes y proveedores que dependen de contratos municipales.

EL SILENCIO DE LOS PRESIDENTES MUNICIPALES
Lo más preocupante es que ningún presidente municipal ha levantado la voz contra estas manipulaciones presupuestales a sus municipios. Ya que la política de Morena y la 4T castiga a quienes se rebelan contra sus decisiones, culpándolos de irregularidades ante el gobierno estatal o federal. Este clima de intimidación ha paralizado a los alcaldes, quienes prefieren guardar silencio ante el temor de enfrentar consecuencias políticas o legales.

UNA FALTA DE LIDERAZGO Y DE ESTRATEGIAS
El problema no solo radica en la ejecución de estas políticas, sino también en la grilla interna del gabinete de Huacho. Las decisiones parecen estar marcadas por una lucha de poder entre grupos políticos y asesores que priorizan sus intereses sobre el bienestar del estado.

Este “Montessori político”, como algunos lo llaman, refleja una incapacidad de liderazgo para resolver los problemas estructurales que afectan a Yucatán.

El déficit financiero no es nuevo. Desde los tiempos de la federalización de las plazas magisteriales en la época de Víctor Cervera, Yucatán arrastra un desfase presupuestal que cada año se cubre con fondos compensatorios. Sin embargo, el gobierno actual no ha mostrado una estrategia coherente para manejar estos desfases, lo que demuestra una preocupante falta de conocimiento técnico y voluntad política para atender el problema de raíz.

CONSECUENCIAS Y REFLEXIONES
El impacto político de estas decisiones podría ser significativo. Mientras los alcaldes comienzan a alzar la voz, el descontento ciudadano crece. Huacho Díaz corre el riesgo de enfrentar una crisis de gobernabilidad que podría costarle caro en términos de apoyo político.

Además, la falta de transparencia y las malas decisiones financieras podrían tener consecuencias legales y dañar aún más la confianza en las instituciones estatales. En un estado donde la economía local depende en gran medida del flujo constante de recursos públicos, decisiones como estas ponen en peligro no solo la estabilidad financiera de los municipios, sino también el bienestar de sus habitantes.

#HuachoTuzquep Díaz Mena tiene la responsabilidad de corregir el rumbo antes de que el costo político y social sea irreparable.