MÉRIDA, Yucatán, lunes 11/11/2024.- (Jhony Alamilla Castro) La elección de la embajadora de la Feria Yucatán, Xmatkuil 2024, destapó una controversia que desnuda, una vez más, los intereses políticos detrás de los concursos en el estado.
La reciente coronación de la representante de Umán creó fuertes reacciones, con serias acusaciones de manipulación en el proceso de elección.
Según se ha señalado, Lino Magos Acevedo, bajo las indicaciones del gobernador Huacho Díaz, habría interferido en el certamen, asegurando que la ganadora proviniera de un municipio afín al partido Morena, desplazando así a las favoritas de municipios panistas como Sucilá, Tixkokob y Teabo.
El problema no radica en el triunfo de una joven talentosa; después de todo, todas las concursantes han demostrado dedicación, preparación y esfuerzo. La molestia surge porque, aparentemente, desde antes de la final existía una instrucción clara para que la corona fuera entregada a una representante de un municipio gobernado por Morena.
Esta decisión deja en claro que la política continúa infiltrándose en espacios donde deberían primar los méritos personales y la imparcialidad.
GANA A PESAR DE TREMENDA FALLA: Durante el certamen, varios asistentes y seguidores de la transmisión notaron un grave error cometido por la representante de Umán en la etapa de traje típico. Según las normas, un fallo de esta magnitud debería haberla relegado en la puntuación, disminuyendo sus posibilidades de ganar.
Sin embargo, su triunfo fue anunciado sin más explicaciones, dejando en evidencia lo que muchos ven como una decisión predeterminada.
Algunos testigos han afirmado que las indicaciones de Lino Magos Acevedo y Huacho Díaz influyeron para que se diera prioridad a los municipios donde Morena tiene influencia, ignorando el desempeño sobresaliente de otras concursantes.
Con esta decisión, el certamen perdió la oportunidad de ser un evento limpio, en el que el mérito y el esfuerzo fueran el centro de atención, y no las conveniencias políticas de unos cuantos.
Es triste observar cómo los sueños, la inversión de tiempo y la dedicación de estas jóvenes quedan relegados a un segundo plano. Cada una de ellas llegó con la esperanza de representar dignamente a su municipio, de demostrar su talento y compromiso con sus comunidades.
Sin embargo, pareciera que en Yucatán, incluso en los concursos de belleza, el destino ya viene dictado por las filiaciones partidistas y las conveniencias de ciertos personajes de la política.
Este hecho deja una pregunta en el aire: ¿Qué otras esferas de nuestra vida están siendo afectadas por los mismos hilos de manipulación? Las juventudes y la sociedad en general merecen certámenes libres de corrupción y favoritismos, donde se premie el talento y el esfuerzo individual por encima de cualquier afiliación política.