4

MONTERREY.- Fueron ds los intentos previos que el clavadista yucateco Juan Diego Madera hizo para ganar una medalla de oro en la Olimpiada Nacional, pero frente a él estaba el bajacaliforniano Randall Willar, uno de los máximos medallistas y talentosos contrincantes que ha enfrentado en su corta trayectoria deportiva.
Pero el arduo entrenamiento, la puntualidad, disciplina y respeto a los compañeros y rivales deportivos le permitieron que en su tercera participación nacional por fin alcanzara la tan ansiada medalla de oro, superando en reñida competencia correspondiente al grupo C (12 a 13 Años) a los bajacalifornianos Randal Willars y Efraín Méndez.
“Es la primera vez que gano algo muy importante, en los años anteriores había tenido buenos resultados pero ninguno como ahora, fue una competencia muy difícil la de ahora pero esperé el momento apropiado para hacer mis mejores ejecuciones y sacarle una buena diferencia”, dijo.
Para el yucateco que a los ocho años comenzó a dar sus primeros saltos en el Complejo Deportivo Kukulcán, estar en el podio y verse colgado el metal dorado que lo acredita como campeón nacional ha sido la experiencia más gratificante que ha tenido hasta el momento.
“En este logro se refleja todo mi esfuerzo, sudor, cansancio y muchas cosas que me han pasado, caídas y golpes, que con esta medalla se olvidan, ya ni recuerdo en donde me he golpeado, nada de importancia, subo lo vuelvo a hacer”.
Fue su figura y estatura lo que lo acercaron a las plataformas y trampolines.
“Me vieron y me dijeron que mi físico era para tirar clavados, me hicieron una prueba que consistía en flexibilidad, resistencia, fuerza y la pasé, era el primer deporte que practicaba, me llamó mucho la atención dar vueltas, caer al agua y me motivo mucho seguir haciendo”.
Pese a que en un principio sus papás tenían miedo que sufriera golpes o se lastimara, el gusto que encontró por este deporte y su osadía para desempeñarse en lo que sin duda es lo que más disfruta, los hizo cambiar de opinión.
“Tenían miedo que me golpeara principalmente, pero no le tengo miedo a nada, les dije que tenían que adaptarse porque era lo que más me gustaba, yo estaba dispuesto a hacer todo lo posible por destacar en clavados”, explicó.
Admirador de Iván García, otro talento surgido de la Olimpiada Nacional, el pequeño Juan encuentra en el clavadista jalisciense y seleccionado nacional un ejemplo a seguir, por lo que su sueño es competir en unos Juegos Olímpicos y ganar una medalla, al igual que lo hizo él hace tres años en Londres.
“Quiero parecerme a él, ganar como lo hace él, llegar a unos Juegos Olímpicos y vivir la experiencia y emoción que seguramente sintió él al estar ahí con los más importantes clavadistas del mundo, ese es mi sueño y no voy a dejar de entrenar hasta conseguirlo”, concluyó.-