MÉRIDA.- Empleados del diputado federal panista Raúl Paz Alonso fueron despedidos por el legislador, de buenas a primeras, y no recibieron ni un quinto luego de haberle prestado servicios a lo largo de casi tres años, incluso, hasta su casa de enlace fue cerrada y por ello ya no realiza ninguna gestión social.
A pesar de que el PAN pregona que es un partido “humanista”, a Paz Alonso no le importó porque sin decir “agua va” corrió a sus cinco cercanos colaboradores y no los liquidó, siendo que cualquier patrón está obligado a ello, y como diputado federal que es lo debe saber muy bien.
Estas personas le fueron leal al ex funcionario federal, en muchas ocasiones trabajaron más de ocho horas al día respaldando su proyecto, y de esa forma se los agradeció el próximo diputado local plurinominal.
Estos individuos acompañaban al frustrado político a todas partes, elaboraban diversas estrategias, visitaban a los militantes, y ahora están sin trabajo.
El motivo principal es que Paz Alonzo están destinando todos los recursos económicos que tiene a todos los candidatos a diputados locales del estado, a fin de que los que lleguen al Congreso del Estado lo apoyen para ser coordinador de la fracción parlamentaria del PAN.
Paz Alonzo le otorgó a cada aspirante a legislador blanquiazul un automóvil y apoyos económicos y en especie; estos recursos salieron de empresarios que fueron favorecidos por el diputado federal con obras.
La intención de Paz es buscar la gubernatura en el 2018, y para empezar a construir ese camino necesita la coordinación de la bancada panista.