LISBOA, Portugal, lunes 13/05/2024.- Un clamor por la paz en Ucrania, Tierra Santa y en todo el mundo es lo que se oyó en el Santuario de Fátima, en Portugal, donde se celebró la peregrinación anual presidida este año por el arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella.

Miles de fieles procedentes de distintos rincones del planeta se dieron cita en la explanada de este recinto religioso, situado a unos 130 kilómetros de Lisboa, pese al viento y la llovizna que caía hoy en la zona.

La peregrinación se inició ayer, domingo, pero el día cumbre fue este lunes cuando tuvo lugar la bendición de los enfermos, la misa y la procesión del adiós.

Ante el mal tiempo, el arzobispo Omella decidió prescindir de la lectura de la homilía que tenía escrita e improvisó un sermón más corto, que pronunció en español y en el que instó a la paz.

“¿Cuántos países hay en guerra? ¿Cuántas familias están en guerra? ¿Cuántos corazones están divididos y en guerra? Pidamos, pidamos la paz”, exhortó el cardenal, expresidente de la Conferencia Episcopal española, quien recordó que el papa Francisco habla “muchas veces” de que actualmente hay una tercera guerra mundial en fases.

Oremos por la paz en el mundo, en Ucrania, Rusia, en la Tierra Santa, en África, en América, en Asia. ¿Cuántos países necesitan y reclaman la paz?”, preguntó el arzobispo de Barcelona.

Animó a los fieles a ser “misioneros en todo el mundo” para llevar a cabo una misión evangelizadora y les urgió a vivir “unidos” y en fraternidad: “No podemos estar divididos”, consideró el religioso, quien avisó que sin la fraternidad ni la comunión no se puede ser portador de la paz.