Veà acaba de presentar en ese país el libro "Cómo creamos internet", que resume sus casi 19 años de investigación sobre los orígenes de la red de redes (fotografía: internet)
Veà acaba de presentar en ese país el libro “Cómo creamos internet”, que resume sus casi 19 años de investigación sobre los orígenes de la red de redes (fotografía: internet)

LA GACETA.- Todo tiempo futuro será mejor. Al menos esa parece ser la idea de los grandes defensores de la tecnología que, lejos de pensar que las máquinas van a conquistar al ser humano, sostiene que van a potenciar sus habilidades. Eso dejó entrever en una entrevista el ingeniero y escritor catalán Andreu Veà, conocido popularmente como “el biógrafo de la internet”.

Según su análisis del pasado y el presente de la tecnología, en el futuro las computadoras se integrarán al cuerpo humano, como una evolución de lo que hoy llamamos “tecnología wearable” (“vestible”), que son los dispositivos que nos ponemos encima como los relojes e incluso la ropa inteligente.

“¿Llegará internet a integrarse en el cuerpo humano?”, le preguntó la periodista Vicky Bolaños, de RTVE, el servicio público de radio y televisión de España.

“Sí, aumentará la capacidad humana para tener mucha más potencia, por ejemplo, de cálculo de memoria. Vamos a ver ordenadores que te puedes tragar. Ponemos sensores en el coche, pero ¿por qué no ponemos en el cuerpo humano?”, respondió el experto.

Veà acaba de presentar en ese país el libro “Cómo creamos internet”, que resume sus casi 19 años de investigación sobre los orígenes de la red de redes.

“No voy a esperar a que los chicos vengan a buscar ayuda. Vamos a ir nosotros a buscarlos a ellos”, dijo el secretario de Adicciones de la Provincia, Lucas Haurigot Posse, en referencia a la problemática que continúa azotando al barrio La Costanera.

Según anunció el funcionario, allí se abrirá un Centro Preventivo Local de las Adicciones (Cepla), donde se realizarán actividades recreativas y se ofrecerá atención temprana a las familias y jóvenes en riesgo.

Según cuentan mamás de chicos adictos, los vendedores de droga reclutan chicos desde los 11 años para armar redes de comercialización de bajo costo económico y penal. El “pago” son dosis de pasta base para ellos.