LA JORNADA / MÉXICO, D.F.- Una imagen cotidiana: dos adolescentes, sentados uno al lado del otro sin mirarse. Sus ojos y atención están sobre el smartphone que tienen en la manos y maniobran con agilidad. Lo increíble es que se comunican entre ellos, no de manera oral, sino a través del celular.
Para Rosa Eugenia Chávez Calderón, directora del Centro de Foniatría y Audiología, el uso desmedido de estas nuevas tecnologías ha propiciado que los humanos poco a poco dejen de emplear el primer medio de comunicación social: la voz.
Aunque considera “risible” que dos jóvenes que están uno frente a otro sólo se comuniquen a través de un celular, hoy día esto es una realidad.
La voz es el primer medio de comunicación. Representa una función compleja en la que intervienen diversos órganos como la laringe, los pulmones, la nariz, la boca y el oído.
Antes de la charla de divulgación que ofreció ayer en el Museo de las Ciencias Universum de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con motivo de la efeméride, Chávez Calderón destacó para La Jornada la importancia del habla tanto a nivel cerebral como social.
En términos fisiológicos el uso de la voz es fundamental para activar conexiones entre las neuronas, mover músculos y ejercitar las cuerdas vocales; además, la comunicación verbal ayuda a las interrelaciones sociales.
Es necesario hablar mucho a los niños
Por ello, la especialista, egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien tiene un doctorado en foniatría artística por la Universidad de Viena, enfatizó la importancia de cultivar y seguir practicando el lenguaje hablado, en particular para estimular a los niños.
La también coordinadora en México del Día Mundial de la Voz consideró que ésta es el instrumento más completo por su belleza sonora y expresión.
Con la voz se pueden expresar pensamientos, sentimientos y estados de ánimo, pero también es posible detectar enfermedades respiratorias, digestivas, neurológicas y hormonales que se manifiestan por pequeños cambios en ella, los cuales son un aviso de que algo sucede en el organismo.
Piezas musicales de Mozart, Beethoven y del mismo Francisco Gabilondo Soler, Cri-Cri, son fundamentales para un adecuado desarrollo de la voz, por ello es recomendable que los pequeños las escuchen.
Oír desde temprana edad a esos compositores ayuda a que las áreas auditivas cerebrales mejoren los procesos de almacenamiento de tonos y frases musicales, lo que ayuda al desarrollo de la comunicación en los bebés.
Además, a partir de los tres años, cuando ya han desarrollado niveles de lenguaje, se debe hablar la mayor parte del tiempo con los niños.