MÉRIDA, Yucatán, domingo 15/10/23.- La zona arqueológica de Oxkintok, un sitio con palacios estilo Petén y Puuc, fue uno de los lugares privilegiados al que decenas de personas y astrónomos de Polonia, México, Guatemala y otros de Latinoamérica, como Jesús Galindo Trejo, Stanislaw Iwaniszewski y Ricardo Arturo García Reyna disfrutaron el eclipse solar anular.
Oxkintok recibió a decenas de personas que dieron vida al sitio maya prehispánico, donde algunos disfrutaron el eclipse con lentes solares especiales, máscaras de soldador, vidrios especiales y cajas caseras de observación, hechas con ideas encontradas en Tik Tok.
“Este lugar es uno de los pocos que tiene Yucatán con una arquitectura única y en la que han encontrado tumbas reales y máscaras de jade, similares a las de Palenque, Tikal y Calakmul”, dijo con orgullo el arqueólogo Luis Raúl Pantoja Díaz, director del proyecto Oxkintok.
Los palacios de Oxkintrok, que corresponde al Clásico Temprano (250-600 d.C.), cuyo desarrollo se registró en el Preclásico, tienen influencia del Puuc, pero es más del estilo Petén relacionado con Guatemala y Belice.
ARQUEÓLOGOS ASOMBRADOS: De hecho, arqueólogos y astrónomos de Guatemala quedaron asombrados por la arquitectura de algunos palacios mayas, similares a los de algunos templos de su país.
Otro visitante distinguido fue el arqueo astrónomo mexicano Jesús Galindo Trejo, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, quien habló del significado de ese fenómeno en Mesoamérica.
UN ECLIPSE ANUNCIA ALGO MALO: “Un eclipse, para todas las culturas del mundo, es un fenómeno muy atractivo y curiosamente está asociado a algo nefasto, a alguna predicción como sequía hambre, muerte de un soberano o guerra”, explicó.
Evocó al padre Bernardino de Sahagún, un misionero franciscano autor de varias obras en náhuatl, que decía que las embarazadas no podían presenciar un eclipse, porque los bebés nacían con labio leporino, pero tenían un antídoto: se colgaban navajuelas de piedra negra, obsidiana.
“Hace 32 años, cuando ocurrió el eclipse total de Sol en la República Mexicana, las damas que vivían en el campo también tenían temor, pero se colgaban unas tijeras, eso indica que las creencias se transforman, aunque la esencia es la misma”, aseveró.
El autor del libro Arqueo astronomía de América antigua afirmó que existe un documento pictográfico llamado Códice de Dresde en el que están datos numéricos e imágenes que conectan con los eclipses.
Varias páginas de ese Códice, que está en la ciudad alemana de Dresde, están llenas de jeroglíficos e imágenes que sugieren, por ejemplo, que el eclipse de Sol en lenguas maya yucateco, náhuatl y totonaco se designan el ´Sol mordido´ o ´mordida de Sol´ cuando parece que la Luna entra a comerse al astro rey”.
RAZÓN POR LA QUE NO OSCURECIÓ: No Sobre el eclipse solar anular que siguió paso a paso con sus colegas de Polonia, Guatemala y otros países de Latinoamérica, explicó que cuando llegó la anularidad no se hizo de noche, porque ese 10 por ciento del Sol que se asomó fue suficiente para amortiguar la luz, dejarla tenue, tanto que pudieron ver a Venus, algo inusual en un eclipse, pero ahí la vimos, un puntito brillante.
Galindo Trejo explicó que en el Códice de Dresde, uno que sobrevivió a la quema de documentos mayas por los españoles, escribieron durante 33 años el registro en fecha de unos 68 ó 69 eclipses.
“Esos eclipses son reales, sucedieron, pero curiosamente no todos se observaron desde la región maya, creo que es una manera moderna de hacer astronomía”, añadió.
El investigador del proyecto La Pintura Mural Prehispánica en México consideró que el astrónomo moderno no sólo calcula lo que puede ver desde su ventana y eso le brinda datos excepcionales.
En el Códice de Dresde parece pictográficamente en el maya yucateco la mordida de Sol (Chibic Kin).El glifo del Sol aparece obscurecido, como alas de mariposa colgado de unas bandas y rectángulos, que según los epigrafistas identifican diversos objetos del cielo como obscuridad, día, Venus, Luna, Marte.
“El cielo y el Sol están ahí y abajo aparece una serpiente emplumada o dragón en el momento en que se lo comen. Además, están los números, fechas y el sistema punto y barra, donde uno es la unidad y la barra es cinco, un sistema como hay en Mesoamérica basada en el 20, vigesimal, a diferencia del decimal que usamos en Occidente”, indicó.
En el Códice aparecen números y múltiplos “el 148 y creo el 174 que no significa nada para algunas personas, pero para los astrónomos está claro que es el número de días que trascurren para el registro de un eclipse”.
Galindo Trejo confesó que tenía la esperanza de obtener una imagen compuesta con el Sol anular y una pirámide maya, “pero no se logró”.