MÉRIDA, Yucatán, sábado 30/09/23.- Luego de cinco años de “Queridos”, por fin el tierno Javier Osante Solís y la madura Ivonne Ortega Pacheco se van a casar por lo civil, aunque no extrañaría que lo hagan por la Iglesia, pues en tiempos de campaña hasta de eso se vale para tratar de ganar votos.
Felicidades a Osante, quien asegura su futuro, aunque no sé si le darán parte de los varios de miles de millones que ahorró Ivonne de su sueldo de gobernadora o parte de las tierras que compró, también con su sueldo de gobernadora.
De acuerdo con la santa tradición de mi abuelita súper católica, un hombre y una mujer viven “enqueridados”, es decir son amantes, xunes, queridos o lo que sea menos esposos, mientras esa unión no la bendiga Dios con un casorio por la Iglesia. Hasta el matrimonio civil los deja como amantes, decía mi santa “Chichí”.
Desde febrero del 2020 (casi cuatro años) El Grillo dijo que entre el “Metralleta” (así les dicen a todos los que tartamudean al hablar) y la dzemuleña ya eran Queridos, aunque luego del ‘destape’ del casorio, que fue la semana anterior, el Kex dijo que eran cinco, es decir un año escondieron a la gente que eran amantes.
Sea como fuera, este anuncio al inicio del proceso electoral 2024 suena más a algo mediático, porque, pues ya se comieron mutuamente y ni al caso una boda, pero es campaña y el difunto MC necesita votos y la pareja cree que un anuncio de estos les dará popularidad y sufragios.