MÉRIDA.- A 58 años de la muerte de Pedro Infante, mitos e historias rodean la residencia del actor en Mérida, que actualmente alberga el hotel Boulevard Infante, en donde los huéspedes tienen la oportunidad de conocer algunos espacios que fueron de intimidad para esta celebridad mexicana.
Ubicada en la avenida Aviación con la calle 73 de la capital yucateca, la casa, en donde pasaba momentos de descanso, conserva algunos artículos del llamado ídolo de México, quien en sus tiempos libres solía llegar a Mérida para descansar y convivir con sus vecinos y la comunidad en general.
A pesar de que con los pasos del tiempo el inmueble ha sido remozado, aún conserva gran parte de su arquitectura original, y el toque característico de su dueño, Pedro Infante, como el área de la piscina, el bar, el salón de reuniones y la cochera, en estos dos últimos espacios se encuentra una galería que está abierta al público.
Entrar a esta casa es tratar de revivir y atar cavos de muchas historias recopiladas por los vecinos, que conocieron de niños al actor y otras contadas por sus padres, quienes convivieron con el algún momento.
Al recorrer el inmueble, la encargada de la galería Pedro Infante, Bekina Fernández, destacó que el hotel actualmente recibe a muchos visitantes nacionales que llegan atraídos por conocer el lugar de descanso del último gran ídolo mexicano, donde también fue velado luego del trágico accidente aéreo en el que perdió la vida.
Aquí en el costado derecho de la piscina, que es la misma en donde nada Pedro Infante y sus hijos, se encuentra el salón de reuniones, en donde se conserva la televisión del cantante, sombreros, cinturones, teléfono, silla de grabación y fotografías, de su carrera artística y de su trágica muerte, que le brinda la oportunidad a las nuevas generaciones de conocer más de Pedro Infante como persona.
Cada año, resaltó Bekina Fernández, en esta casa se dan cita artistas locales, el club de motociclistas de Yucatán, del cual formó parte para rendirle un homenaje al Gran Idolo de México.
Esta reunión se realiza en vísperas del aniversario luctuoso, 14 de abril, porque los vecinos recuerdan que una noche antes de morir Pedro Infante hizo una reunión con algunos amigos, para verlos antes de partir con rumbo a Chetumal,
También unos días antes de su muerte convivió con sus hijos Lupita y Pedro Infante Torrentera, quienes pasaban días de descanso en Mérida, e incluso usando la ropa típica de Yucatán, como se observa en una de las fotos que se exhibe en la galería.
Entre los relatos que se dice que la casa fue saqueada, pues la mayoría de las pertenencias principales del actor se las llevaron personas desconocidas, quienes se aprovecharon de que estaba intestado el predio, que posteriormente fue vendido por el apoderado legal de Pedro Infante, Ruperto Prado Pérez.
En ese saqueo desaparecieron los carros que tenía en su garage, así como su moto preferidá, una Harley Davidson, de las cuales sólo hay una más en México.
Entre las anécdotas más recordadas por sus entonces vecinos es la galanura del actor como se reflejaba en sus películas, pues muchos veían entrar y salir a artistas famosas y a guapas desconocidas de la casa, pero como se trataba del amigo Pedro Infante se guardaba el secreto, al grado de que cuando alguna de las invitadas del ídolo preguntaba si habían visto a otras mujeres por ahí, ellos negaban toda situación que comprometiera al vecino más querido de la zona.
A cambio, Pedro Infante retribuía esa fidelidad cantando a las fiestas que era invitado, así como jugar béisbol en el campo de la colonia o hacer deporte con ello.