MALINAS, Bélgica (AP), viernes 23/06/2023.- Los confesionarios donde varias generaciones de belgas admitieron sus pecados están ahora apilados en un rincón de lo que alguna vez fue la Iglesia del Sagrado Corazón, prueba de que estos muebles, así como la casa de culto católico donde se encuentran, han dejado de cumplir su propósito.
El templo permanecerá cerrado durante dos años mientras se construye una cafetería y un escenario para conciertos, con el fin de convertirlo en “un nuevo centro cultural en el corazón de Malinas”, casi al alcance de la vista de donde vive el arzobispo de Bélgica. A la vuelta de la esquina, una antigua iglesia franciscana es ahora un hotel de lujo donde la estrella de la música Stromae pasó su noche de bodas, entre vidrieras.
En toda Europa, el continente que alimentó el cristianismo durante la mayor parte de dos milenios, muchas iglesias, conventos, monasterios y capillas permanecen vacíos debido a la disminución de creyentes y visitantes en el último medio siglo.
“Esto me duele, no lo negaré. Por otro lado, no hay vuelta posible al pasado”, declara Johan Bonny, obispo de Amberes, a The Associated Press. Ahora, cada vez más que nunca, lo que fueron estructuras sagradas se están reutilizando con actividades no religiosas para potenciar su uso, desde tiendas de ropa y paredes de escalada hasta clubes nocturnos.
Es un fenómeno que se observa en gran parte del corazón cristiano de Europa, desde Alemania hasta Italia y muchas naciones intermedias. Realmente sobresale en Flandes, en el norte de Bélgica, que tiene algunas de las mejores catedrales del continente y las mejores obras de arte para llenarlas. Si tan solo tuvieran suficientes fieles. Un estudio de 2018 del grupo de investigación PEW mostró, en Bélgica, que del 83% de personas que dicen haber sido criadas como cristianas, solo el 55% todavía se considera así. Apenas el 10% de los belgas todavía asiste a la iglesia con regularidad.
Hoy en día, los coros visitantes de otros países se encuentran con que sus cantantes superan en número a los miembros de las congregaciones locales.