MÉRIDA, Yucatán, lunes 23/01/23.– La ausencia de padres, verdades incómodas, lo que la gente esconde y enfermedades que se confunden con excesos, se desarrollan en “Nadie en casa”, primer libro de Alonso Marín Ramírez, que editaron la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta) y Ficticia.
Ante la titular de la dependencia estatal, Loreto Villanueva Trujillo, el autor, también psiquiatra, explicó que los temas giran alrededor de sus intereses y preocupaciones, sobre todo la muerte, las vivencias de quienes se van o quedan, la muerte, la homosexualidad, la infidelidad, el abandono y la prostitución.
Durante la presentación, realizada en la Biblioteca Pública Central “Manuel Cepeda Peraza”, con comentarios de Roberto Azcorra Cámara y Carlos Martín Briceño, y guía de Joaquín Tamayo, el escritor refirió que terminó de redactar esta obra, de 117 páginas, hace siete años.
Está a la venta en el recinto señalado y la integran 13 cuentos, el más antiguo tiene alrededor de una década; la mayoría de los trabajos muestra influencias de la literatura norteamericana, con historias duras mediante las cuales se busca establecer proximidad con el público.
“Quiero que el lector pueda encontrarse en el texto y uno de los objetivos es que, a través de cierta frase o experiencia, el lector pueda encontrarse entre sí y lo lleven a la reflexión; mi trabajo es estar de cerca con la persona y escucharla”, precisó Marín Ramírez.
Por su parte, Martín Briceño subrayó que el volumen reúne algunos de los mejores relatos que Alonso ha creado; con una tensión contenida y lenguaje preciso, golpean a quienes los leen hasta noquearlos en los últimos párrafos, pero también requieren su complicidad.
Azcorra Cámara dijo que los cuentos, memorables y de narración cuidada, se enmarcan en el realismo sucio, movimiento que se caracteriza por mostrar personajes abatidos, que viven una dolencia. El libro incluye “Ya no hay conversación”, “Cuánto tiempo nos duró” y “No creo que le moleste la lluvia”.
También, “Lo vamos a encontrar”, “Los muertos jamás tienen hambre”, “El auto que compró Dostoievski”, “Un lugar llamado Riverside”, “Aunque parezca demasiado tarde”, “No puedo entender”, “¿Quién es John Doe?”, “La balada del infante marica” y “El príncipe del silencio”, este último dedicado a Mauricio Carrera.
Las primeras inspiraciones literarias del médico fueron Edgar Allan Poe, Hugo Borges y Julio Cortázar; con el tiempo, tomó talleres, como los que ofrece la Sedeculta, para mejorar su estilo.
Obtuvo menciones honoríficas en las ediciones 2017, 2018, 2020 y 2021 del Premio Nacional de Cuento “Beatriz Espejo”, y en 2019, ganó primer lugar en Ensayo y segundo en Cuento, en la edición 50 del concurso de la revista Punto de Partida, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).