OTTAWA (AP), miércoles 02/11/22.- Canadá aumentará considerablemente el número de inmigrantes que ingresan en el país, con un objetivo de recibir a 500 mil personas cada año para 2025 para atender una escasez crítica de mano de obra, según un plan que anunció el ministro de Inmigración Sean Fraser el martes.

La iniciativa pone gran énfasis en admitir a más residentes permanentes con habilidades laborales y experiencia necesarias, así como objetivos más modestos para familiares y refugiados. El opositor partido conservador acogió el plan.

“No se equivoquen. Se trata de un incremento a gran escala en la migración económica hacia Canadá”, declaró Fraser. “No hemos visto un enfoque tal en la migración económica como lo hemos visto en los niveles de migración de este plan”.

El programa prevé un gran número de nuevas llegadas, 465.000 personas de otros países en 2023, cifra que aumentará a 500.000 en 2025. En comparación, el departamento de inmigración señala que el año pasado se admitió a 405.000 residentes permanentes.

La mayoría de las nuevas llegadas serán de lo que se conoce como inmigrantes económicos, que se prevé que ocupen algunos de los alrededor de un millón de empleos que actualmente se encuentran vacantes en diversos sectores de la economía.

“Había un millón de trabajos disponibles en la economía canadiense en momentos en que la inmigración ya representa casi todo el crecimiento de nuestra fuerza laboral”, dijo Fraser. “No podemos maximizar nuestro potencial económico si no acogemos la inmigración”.

Aunque la llegada de personas podría aumentar la presión en un escaso mercado de vivienda asequible en muchas partes del país, Fraser dejó entrever que los nuevos trabajadores podrían contribuir a la construcción de más casas al solucionar la escasez de obreros calificados.

Si bien la mayor parte del crecimiento de migración planeado para los próximos tres años se centrará en robustecer la economía, el nuevo plan también indica un pequeño aumento en el número de familiares que serán admitidos en Canadá. Además, proyecta una baja general en el número de refugiados, de 76.000 en 2023 a menos de 73.000 en 2025, que Fraser atribuyó al plan del gobierno de concluir con la reubicación de 40.000 refugiados afganos el próximo año.