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MÉRIDA.- La que se fue del Ayuntamiento de Mérida pero dejó como “herencia” a su parentela en la nómina municipal es la regidora panista con licencia Yahayra Centeno Ceballos, hoy candidata al distrito dos local.
Para empezar, sigue siendo jefa de secretarias de la sala de regidoras su hermana Mirna Centeno; asimismo, también cobran en la Comuna sus primos Juan Güemez Ceballos y Alejandro Ceballos; su tía Ema Rosa recibió crédito del gobierno municipal, a través del programa Micromer, y colocó a su prima Wendy Ceballos en el Comité estatal del PAN.
Al estilo de la “dinastía” Sobrino en el Gobierno del Estado, o de la familia Victoria en el Instituto Nacional Electoral, los Ceballos también tienen posiciones en la administración municipal.
Inclusive, de conservar el PAN la alcaldía de Mérida su tía Rosa Ceballos Madera será concejal, y seguramente mantendrá, y posiblemente hasta aumentará, a los familiares en el Ayuntamiento de Mérida.
Por cierto, los panistas atribuyen al equipo de colaboradores de la candidata a diputada los ataques en redes sociales contra Ramón May Euán y Jonatan Paz Solís, ex precandidatos por el citado distrito.
Incluso, por las injurias contra Ramón May Euán existe una denuncia en la Fiscalía General del Estado, por daño moral y difamación “contra quien resulte responsable”.
Empero, no todo es miel sobre hojuelas para la candidata, pues el Comité Estatal de su partido impuso como su representante en el distrito dos local al candidato a edil Víctor Merari Sánchez Roca, auténtico desconocido no solo en esa demarcación, sino en todo el municipio.