DALLAS, Texas, miércoles 24/08/22.- Partes del norte de Texas, sumidas en una fuerte sequía, sufren inundaciones por una lluvia torrencial. Sí, en plena sequía.

La zona de Dallas se sumó a la lista de regiones que padecen inundaciones en medio de feroces sequías durante un verano de extremos climáticos causados probablemente por los humanos, según los científicos. Hay partes del mundo que pasan de una sequía a un diluvio.

La zona de San Luis y el 88% de Kentucky pasaban por un período inusualmente seco a comienzos de julio cuando hubo un temporal de proporciones bíblicas, con inundaciones que devastaron comunidades enteras. Lo mismo pasó en Yellowstone en junio. Este mes, el Valle de la Muerte de California, que sufría una severa sequía, registró lluvias intensas que causaron inundaciones. Pero la sequía continúa.

El río Yangtsé de China se está secando, un año después de desbordarse. China soporta más de dos meses de una intensa sequía, con temperaturas que no bajan de los 35 grados Celsius (94.8 Fahrenheit) de noche en la ciudad de Chongqing. En el oeste del país, sin embargo, un repentino aguacero mató a más de una docena de personas.

En el Cuerno de África, en medio de una sequía y hambruna con frecuencia ignoradas, se producen inundaciones repentinas que agravan el desastre humanitario. Europa, que padeció inundaciones sin precedentes el año pasado, sobrelleva altas temperaturas y su peor sequía en 500 años, que está dejando sin agua a ríos como el Po, el Danubio y el Rin, y hace peligrar el suministro eléctrico.

“Nos vamos de un extremo al otro”, declaró la climatóloga interina de Kentucky Megan Schargorodski. “Es muy duro emocionalmente sobrellevar estos extremos y seguir adelante, desastre tras desastre”.

En solo dos semanas de fines de julio y principios de agosto, en pleno verano, Estados Unidos registró 10 lluvias torrenciales de esas que se dan una vez en 100 ocasiones, según estimó el jefe de pronósticos del Centro de Predicciones Climáticas Greg Carbin. Y esto sin contar la de Dallas, que bien puede ser de la categoría de una en mil. Algunas zonas recibieron 23 centímetros (nueve pulgadas) de agua en 24 horas entre el domingo y el lunes, y se anuncian más aguaceros.

“Son condiciones extremas que se hacen cada vez más extremas”, dijo Gerald Meehl, del Centro Nacional de Investigaciones Climáticas, quien hace 18 años escribió algunos de los primeros estudios sobre climas extremos y cambios climáticos. “Todo esto encaja con lo que habíamos pronosticado”.