MÉRIDA, Yucatán, martes 21/06/22.- Este martes 21 de junio se registró el solsticio de verano y por consiguiente será el día más largo del año: durará 13 horas y 13 minutos y el Sol tendrá su máxima declinación al Norte, informó el matemático y astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa.
Se esperaba el registro del fenómeno de la bisección en El Castillo de Chichén Itzá de 6:30 a 7 horas, pero no se pudo observar a causa de los nublados.
Al amanecer, el Sol iluminaría los costados Norte y Oriente del Castillo y las partes Sur y Poniente estarían en obscuridad.
Conforme pasa el día, el costado Norte del edificio precolombino sería el único que se mantendría iluminado.
Recordó que el 22 de junio de 2007, la entonces directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) delegación Yucatán, Federica Sodi Miranda, anunció como “nuevo descubrimiento arqueoastronómico” el efecto que se observa en Chichén Itzá, durante el solsticio de verano e invierno.
Ese acontecimiento lo descubrió Eddie Salazar en 1996 y 11 años después, el INAH confirmó el fenómeno arqueoastronómico, bajo el compromiso de promoverlo, ya que El Castillo marca el inicio de las cuatro estaciones del año.
Por otra parte, Salazar Gamboa dijo que la máxima inclinación de la Tierra se registró a las 4:15 horas y el Sol tendrá una máxima declinación de 23 grados 26 minutos, concepto astronómico que los mayas utilizaron para marcar sus calendarios.
El académico del Instituto Tecnológico de Mérida confirmó que este martes 21, el Sol salió a las 6:28 horas y se ocultará a las 19:41 horas, por lo que estará en la bóveda celeste durante 13 horas con 13 minutos.
No obstante, al sumar los 24 minutos que dura el crepúsculo matutino, y cifra similar para el vespertino, el día duraría 14 horas y un minuto.
La obscuridad será de nueve horas con 59 minutos.
El recipiendario del Premio Jaguar del Turismo 2020 que otorga la Asociación Mexicana de la Industria Turística de Yucatán, explicó que el fenómeno arqueoastronómico que se registra durante del solsticio de verano determinaba los mejores días para las actividades agrícolas, “por eso era importante para los mayas precolombinos”.
“Permitía mayor aprovechamiento de la luz solar para sus actividades agrícolas durante la temporada de lluvias”, añadió.
Ese fenómeno natural marca la máxima declinación (acercamiento) del Sol hacia el Norte, que es de 23º30’ de arco, “la Tierra estuvo totalmente inclinada y si la pudiéramos ver desde el espacio, tendría ese ángulo de inclinación”.
La Primavera tuvo una duración de 92.77 días, el verano 93.65, el otoño 89.84 y el invierno, 88.99.