MÉXICO.- Cuatro meses después, el Barcelona volvió a ponerse al mando de la Liga al aprovechar la derrota del Real Madrid en San Mamés y golear en casa 6-1 al Rayo Vallecano, que plantó cara los azulgranas durante toda la primera mitad, pero que acabó desfondado, ya con un hombre menos, tras la reanudación.
El mexicano Javier Aquino tuvo intervención durante los últimos 30 minutos y fue amonestado.
A pesar de la abismal diferencia entre ambos clubes, el Rayo quiso hacer su futbol, y lo hizo, pese a que el partido se le puso cuesta arriba muy pronto, pues a los 5 minutos, ya iba por detrás en el marcador gracias a una gran definición con el exterior de Luis Suárez, sobre la salida de Cristian Álvarez, tras recoger un pase de Xavi.
Porque el de hoy era un partido destinado para Xavi. El Rayo, con el equipo presionando muy arriba, con la línea defensiva casi en el centro del campo, dejaba muchos metros detrás para que el cerebro culé luciera su visión periférica para asistir al espacio.
Luis Suárez y Pedro, hoy sustituto del sancionado Neymar, pudieron aprovecharse de ello en el primer cuarto de hora. El uruguayo sorteó al meta del Rayo en una contra pero no supo definir después ni pasar con precisión a Pedro. El canario fallaría poco después un mano a mano con Cristian que también hubiese supuesto el segundo.
Hasta Messi, muy poco participativo en la primera mitad, tuvo una clara, cuando controló acrobáticamente un regalo de Suárez y, sin dejar caer el balón, intentó hacer un sombrero al portero rayista.
Las ocasiones del Barça eran claras, pero su superioridad engañosa. El Rayo, poco a poco, ganó presencia arriba. Trashorras, Bueno y Jozabé no perdían un solo balón, y los azulgranas cada vez se sentían más incómodos y más ahogados en la salida.
La segunda parte prometía, pero Piqué se encargó de quitarle emoción al choque a los cuatro minutos de la reanudación. Jordi Alba cabeceaba al palo un lanzamiento de córner y el rechace iba a parar a los pies del central catalán, que remachaba el 2-0.
Cinco minutos después, Tito agarraría a Suárez dentro del área y Gil Manzano señalaría el penalti que no había pitado en la primera mitad, en una jugada similar entre el delantero uruguayo y Abdoulaye. Tito además se iba hacía la ducha al ver la segunda amarilla y dejaba a su equipo con diez.
Messi pidió el balón. Los tres penas máximas que había fallado esta temporada lo había hecho lanzando a la izquierda del portero, así que esta vez probó a la derecha. Cristian Álvarez le adivinó la intención, pero el árbitro ordenó repetir el lanzamiento porque algunos jugadores visitantes habían entrado en el área antes de tiempo.
Esta vez Leo repitió de nuevo a la izquierda y anotó el tercero. Ahí acabó definitivamente el partido. El Rayo se rindió. El Barça olió la sangre y se fue a por la goleada. Y Messi, rehabilitado tras el penalti completó un nuevo hat trick para igualar a Cristiano al frente del Pichichi con 30 tantos y superar a Zarra con más tripletes en la historia de la Liga, con 32.
Pudo haber marcado alguno más. Y Suárez y Adriano, pero fue el Rayo el siguiente en anotar. Alves derribó a Bueno cuando este se plantaba solo ante Bravo. Penalti y expulsión del lateral brasileño. El propio Bueno fusilaría al portero blaugrana para hacer el gol del honor del conjunto madrileño.
En el tiempo añadido, un Suárez en racha haría el sexto del Barça. El Camp Nou, hoy casi lleno, aplaudía feliz al nuevo líder de Primera División.
Récord.-