WASHINGTON, jueves 29/07/21 (EFE).— Los integrantes del comité de Exteriores del Senado de Estados Unidos aprobaron ayer de manera unánime una resolución que condena “la respuesta violenta” del gobierno de Cuba contra las masivas protestas antigubernamentales que sacudieron la isla el 11 de julio.

Esta resolución es significativa porque ha recibido el apoyo de integrantes del Partido Demócrata y Republicano, así como por integrantes de las dos cámaras del Congreso.

Entre los impulsores de la medida figuran dos senadores de origen cubano: el demócrata Bob Menéndez, presidente del comité de Relaciones Exteriores en el Senado y el latino de mayor rango en el Congreso, así como el republicano Marco Rubio, representante de Florida, donde reside buena parte del exilio cubano.

“Me siento muy orgulloso de liderar este esfuerzo para dejar claro que los demócratas y los republicanos estamos unidos al decir que no vamos a pasar por alto, romantizar o justificar la brutal opresión del régimen cubano a los derechos humanos más básicos y democráticos, o su desprecio absoluto por las aspiraciones de su propio pueblo”, destacó Menéndez.

Poco después de la aprobación de la resolución, Menéndez, uno de los senadores más influyentes en la política hacia la isla, dio un discurso en el hemiciclo del Senado sobre la política de Washington hacia Cuba y cuestionó la actual postura de España, Canadá y la Unión Europea (UE). Específicamente, criticó que España, Canadá y la UE no participaran en un comunicado conjunto que emitieron hace dos días 21 países, incluidos Estados Unidos, Colombia, Guatemala, para condenar los arrestos en Cuba y exigir el respeto de los derechos humanos en la isla.

“¿Es que a España le importan más sus inversiones hoteleras que los derechos humanos del pueblo cubano? ¿Les importan más los negocios en la isla que la libertad y la democracia del pueblo oprimido?”, cuestionó Menéndez, quien también se dirigió a Canadá diciendo: “¿Pone Canadá mayor importancia en sus inversiones mineras que en las libertades fundamentales?”.

“Espero que no —se contestó—. Estos principios universales nos deberían unir a todos”.

Las resoluciones, como la aprobada ayer sobre Cuba, sirven al Congreso de Estados Unidos para expresar su opinión sobre un asunto, pero no obligan a realizar ninguna acción concreta.

Las manifestaciones del 11 de julio se produjeron con Cuba sumida en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros artículos básicos, además de largos cortes de electricidad.

Desde que estallaron las protestas, las autoridades cubanas han mantenido la estrategia de culpar a Estados Unidos de todos los problemas que sufre el país, desde las propias manifestaciones hasta la escasez de prácticamente todos los productos en la red comercial estatal.