MÉRIDA, Yucatán, martes 20/07/21.- A largo de 14 años, Martín Chuc Pereira, secretario general del Congreso del Estado, sirvió servilmente a los diputados del PRI y a los gobernadores, de modo que menospreció y ninguneó a la verdadera oposición, no a los diputados de los partidos paleros.
Entre las acusaciones más recurrentes contra Chuc Pereira están el tortuguismo, el ocultamiento y la negativa de informar a los diputados de otros partidos, e incluso de su mismo partido, si así convenía.
Quizá, uno de las más graves situaciones que el PRI operó a través de Chuc Pereira fue la reforma del Isstey y todas las manipulaciones que dejaron prácticamente en la quiebra a ese instituto y que sirvió de caja chica a los gobiernos priistas de Ivonne Ortega Pacheco y de Rolando Zapata Bello.
Sin duda, Chuc Pereira sabe mucho y ha hecho demasiado en favor del PRI y por eso el tricolor quiere colocarlo en un lugar en el que se le puedan pagar sus favores, pero, además que les permita margen de maniobra a los priistas.
Cínico, mentiroso y tramposo
Un caso muy reciente de la mala leche de Chuc Pereira fue el amparo concedido a César Antuña Aguilar contra el Congreso del Estado, luego de que se le negó la ratificación, debido a su mal actuar como presidente del Tribunal de los Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios.
La información de que Antuña había ganado el amparo la ocultó Chuc Pererira a los diputados, a fin de que cuando se enteraran fuera tarde para inconformarse. Sin embargo, ante el rumor de ese amparo la diputada Rosa Adriana Díaz Lizama hizo averiguaciones y, al cuestionar al mismo Chuc Pereira, éste le confirmó que ya habían recibido la notificación desde una semana antes, pero por una omisión no se lo informó, por lo cual le pedía disculpas.
Sin embargo, la diputada Díaz Lizama dijo que ella no veía una omisión, “sólo veo dolo y algo gravísimo en su actuar, por eso pediré la destitución de Chuc Pereira”, afirmó.
La diputada le pidió a la junta de gobierno poner a consideración del pleno la remoción del secretario. La queja fue porque no asiste a todas las sesiones de las comisiones permanentes, además de que lo tacha de desorganizado y de provocar atrasos en el desarrollo de las mismas.
Tortuguismo contra diputados del PAN
Otro caso fue el tortuguismo en la elaboración de documentos, responsabilidad de la secretaría general a cargo de Chuc Pereira. En esa ocasión fue por un proyecto de la nueva ley de prevención del suicidio y reformas a la ley sobre el mismo tema.
El diputado Manuel Díaz Suárez, quien la promovía, dijo en esa ocasión que por la irresponsabilidad del secretario general del Congreso, Martín Chuc Pereira, pasaron por lo menos cinco meses sin que se dictaminara el proyecto”.
“Nosotros ya estamos de acuerdo; lo que pasa es que aquí el Congreso tiene la instrucción de que no pase ese dictamen, o no sé cuál es el problema, habría que preguntarles a ellos (los priistas), hay un juego de palabras, me parece irresponsable”, señaló el legislador, quien afirmó que desde hacía cinco meses, desde la última sesión de la comisión encargada, se le pidió a la secretaría general el dictamen de estas iniciativas, pero dijeron que no tienen tiempo.
“Es una irresponsabilidad del secretario, lo sabe perfectamente, yo he dicho que la salud no tiene colores y si no querían que se aprobara en este período electoral, para que no se vistiera de colores o se llevara alguna medallita algún partido, caray, pues con cuánto tiempo se hubiera podido hacer”, dijo.
Díaz Suárez recordó que le pusieron varios pretextos, primero, que el presupuesto, luego que la cuenta pública, la glosa del Informe de Gobierno, como asuntos más importantes por los que Martín Chuc no tenía tiempo de ver el dictamen.
Ilegalmente, se metía en sesiones de diputados
En otra ocasión, durante una sesión en la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación hubo un altercado entre el diputado Elías Lixa Abimerhi y Chuc Pereira, lo que ocasionó momentos de tensión e incomodidad entre los legisladores.
Justo cuando estaban por analizar un cuadro comparativo sobre propuestas para adicionar la Ley de Trabajadores al Servicio del Estado en materia parental, el panista criticó que no se tomaron en cuenta algunos cambios acordados para el dictamen.
En ese momento, Chuc Pereira interrumpió y se acercó al legislador del PRI, Henry Sosa Marrufo, quien presidía esa comisión, para comentarle que sólo se trata de un proyecto. La interrupción molestó a Lixa, quien consideró que se estaba entrometiendo en una discusión entre diputados.
El legislador enfatizó que el secretario del Congreso “no tiene voz ni voto” en las comisiones, por lo que no debe interrumpir el desarrollo de las sesiones legislativas.
“Fue una interrupción abrupta de alguien que no tiene voz en la comisión, violando el reglamento… no voy a permitir que ninguna persona viole el reglamento, menos si se trata de amedrentar una sesión”, sostuvo Lixa.
Gracias a este servilismo, y ante el inminente cese de Chuc Pereira por la abrumadora mayoría panista, en la siguiente Legislatura, Felipe Cervera Hernández los promueve para que se integre al Consejo de la Judicatura, en aparente “premio” a sus años de servilismo al PRI desde el Congreso.