MÉRIDA, Yucatán, miércoles 21/04/21.- Luego que un grupo de feministas publicó que el cadáver hallado en el fraccionamiento La Joya Opichén es de María May Che, familiares de la joven confirmaron que si es verdad y dijeron que ella vivía con José Can Canché, de 33 años de edad.
La Fiscalía guarda total hermetismo en este caso y familiares de la joven asesinada dijeron que Can Canché ya testificó, pero que no lo pueden detener porque no hubo flagrancia y no hay pruebas contundentes que indiquen que el mató a su pareja.
Como publicamos, una mujer que paseaba a su mascota halló el cuerpo de una mujer, el viernes 16 de este mes, en el fraccionamiento La Joya Paseos de Opichén, ubicado al surponiente de Mérida.
La muchacha era empleada de una gasolinera y hace una semana fue la última vez que la vieron con vida, luego que salió de su trabajo.
La mamá de María May dijo que identificó el cuerpo putrefacto de su hija gracias a la ropa que tenía cuando la mataron. Ella acudió a las instalaciones del Servicio Médico Forense de la Fiscalía General del Estado para realizar este trámite.
“La identifique por la ropa que vestía, por su cabello y por unas sandalias con moño, de color mostaza, además de que tenía su celular cuando hallaron el cadáver putrefacto”, indicó la afligida madre.
De acuerdo con familiares de María May, no la veían desde el jueves 8 de abril y que se comunicaron con ella por última vez por mensaje de WhatsApp.
En este contexto de silencio total de las autoridades, el único sospechoso del crimen de María May es Can Canché, ex compañero de trabajo de la joven, con el cual ella compartía una casa.
La muchacha vivía con su padre en el fraccionamiento Paseos de Itzincab, pero se cambió a vivir al fraccionamiento Diamante Paseos de Opichén, donde Can Canché le ofreció un cuarto en renta.
El fraccionamiento Diamante está junto a La Joya, donde fue hallaron el cuerpo en estado de putrefacción por una vecina que paseaba a su mascota.
A Can Canché lo conoció en la gasolinera donde ella trabajaba, que es la estación de servicio “Gulf”, ubicada en la Ciudad Industrial, sobre la avenida Internacional en la salida a Umán, donde elal laboraba desde hace dos años.
El último día que la vieron viva, Can Canché pasó por ella al terminar su turno de trabajo.
Señalan que dicha persona ha caído en contradicciones, pues a la madre de la ahora occisa primero confirmó que él la pasó a buscar y la llevó a su casa, y que luego ella se cambió y salió sin decir a dónde iba.
Después a la autoridad declaró “que no sabía nada de ella, que desde hace una semana que no sabía de su paradero y que no llevó su cartera, ni dinero”.
SE dice, aunque nadie más que la Fiscalía sabe la verdad, que Can Canché primero le dijo a familiares de María que él fue a buscarla, aunque al declarar ante las autoridades indicó que hacía una semana que no la veía.
Las investigaciones siguen en gran secreto y hermetismo total y no sería raro que al sospechoso lo detuvieran acusado de algún otro ilícito, para que no huya y cuando tengan pruebas lo procesen por el feminicidio de María.