NUEVA YORK, domingo 22/03/21 (EFE y AP).— El gobierno de Estados Unidos prevé que el número de niños migrantes no acompañados que crucen la frontera sur del país siga aumentando de forma significativa durante los próximos dos meses, alcanzando hasta 25,000 menores durante el mes de mayo.
Así lo señalan proyecciones internas preparadas por la Administración de Joe Biden y publicadas ayer por The Wall Street Journal.
Según esas estimaciones, en abril podrían cruzar la frontera de forma irregular entre 18,600 y 22,000 menores no acompañados, una cifra que podría aumentar a entre 21,800 y 25,000 en mayo.
En marzo, las autoridades fronterizas estadounidenses esperan recibir a más de 16,000 niños, un número que ya es récord para cualquier mes desde hace al menos diez años. En comparación, la cifra fue de 9,300 durante febrero y de 5,700 en enero.
Ahora mismo, el gobierno estadounidense tiene bajo su custodia a más de 18,000 niños migrantes, una mayoría de ellos alojados en albergues y algo más de 5,000 en instalaciones de la Patrulla Fronteriza a la espera de ser trasladados.
El rápido aumento de los cruces de la frontera mexicana por parte de menores, procedentes sobre todo de países de Centroamérica, ha colapsado el sistema de acogida de EE.UU., generando fuertes críticas a la Administración de Biden.
En concreto, las críticas se han centrado en la situación de los menores que han cruzado la frontera en las últimas semanas y que han tenido que quedarse más tiempo del permitido por la ley en centros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) que están diseñados para adultos, no para niños o adolescentes.
La normativa estadounidense establece que los menores pueden estar en esas instalaciones un máximo de 72 horas antes de ser trasladados a albergues o a familias de acogida.
Los documentos internos a los que tuvo acceso The Wall Street Journal sugieren que el tiempo que los niños pasan en centros de la CBP podría reducirse con un aumento del número de camas en albergues de emergencia, acelerando los trámites para transferirlos a familiares que vivan en Estados Unidos o personas que los patrocinen, o con una combinación de ambas medidas.
En los últimos días, las autoridades han anunciado ya miles de camas adicionales para acoger a menores migrantes en varios puntos del país.
Por otra parte, el gobierno de Joe Biden no está requiriendo que se averigüen los antecedentes de los cuidadores en su red de instalaciones de emergencia para albergar a miles de adolescentes migrantes, alarmando a expertos de bienestar infantil que dicen que la exención pone en peligro la seguridad.
En la premura para sacar a los niños de las instalaciones atestadas y poco adecuadas de la Patrulla Fronteriza, el equipo de Biden está empleado una medida usada por gobiernos previos: campamentos de tiendas, centros de convenciones y otras instalaciones enormes operadas por contratistas privados y financiadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos.