ATLANTA, viernes 23/01/21 (AP) — Hank Aaron, quien enfrentó amenazas racistas con estoica dignidad mientras se acercaba al récord de Babe Ruth y se convirtió en el rey de jonrones del béisbol en la era previa al uso de esteroides, murió la mañana de hoy viernes 22. Tenía 86 años.
Los Bravos de Atlanta indicaron que Aaron falleció en paz mientras dormía. No se ha revelado la causa de muerte.
La última vez que se vio en público fue hace menos de dos semanas, cuando recibió la vacuna contra el Covid-19.
“Hammerin’ Hank” (El Martillo Hank) fijó varias marcas de bateo en sus 23 años en Grandes Ligas, la mayoría con los Bravos, incluyendo para remolcadas, hits de extrabases y bases totales.
El miembro del Salón de la Fama será recordado sobre todo por un swing, uno que lo confirmó como el rey de los cuadrangulares.
Fue un título que mantendría durante más de 33 años, un período en que afianzaba lenta pero firmemente su justo lugar como una de las figuras deportivas más icónicas de Estados Unidos, un verdadero tesoro nacional digno de ser mencionado junto con Ruth o Ali o Jordan.
El 8 de abril de 1974, con casa llena en el Atlanta Stadium y en un partido transmitido en todo Estados Unidos, Aaron quebró el récord histórico de Ruth al conectar su cuadrangular 715 ante el pitcher Al Downing, de los Dodgers de Los Ángeles.
Aaron terminó su carrera con 755 jonrones, un total que Barry Bonds superó en 2007, aunque muchos todavía consideran a Aaron como el verdadero rey de jonrones.
“Sólo traté de jugar este deporte de la forma que se supone que se juegue”, subrayó Aaron.
Su nombre aparece por todos lados en los récords del béisbol, y, de hecho, Hank Aaron podía hacer de todo. ¿Batear con poder? Por supuesto. No se puede olvidar el promedio de .300, o la gracia con que patrullaba su posición en los jardines, o la sorprendente velocidad que exhibía al recorrer las bases.
De todas formas, “El Martillo” Hank será recordado por siempre por un solo swing.
Se trata del que destronó al “Bambino” Babe Ruth.