WASHINGTON, Jueves 07/01/21.- (EFE) La ciudad de Washington vivió ayer una jornada de caos inédita, que se saldó con cuatro muerto, debido al asalto por parte de seguidores del presidente Donald Trump de la sede del Congreso cuando los legisladores certificaban la victoria electoral del demócrata Joe Biden.

Al grito de “Trump ganó”, cientos de seguidores del mandatario irrumpieron en el Capitolio tras desbordar a la policía que lo custodiaba, y que generaron caóticas escenas con trumpistas recorriendo los pasillos con banderas o sentándose en los escaños.

El asalto al Congreso se generó poco después de que los manifestantes hubieran sido arengados frente a la Casa Blanca por el presidente saliente, quien les repitió la retahíla de denuncias de fraude infundadas en las que insiste desde que se confirmó su derrota en las elecciones de noviembre pasado, sin demostrarlas.

En la sede del Congreso, los legisladores se encontraban reunidos para celebrar la ceremonia de validación formal del resultado de las elecciones de noviembre, en las que el demócrata Joe Biden se impuso a Trump.

A partir de su llegada al Capitolio se registraron las primeras escaramuzas entre los revoltosos y los agentes que custodiaban el lugar, que en inferioridad numérica y armados solo con aerosoles de gases lacrimógenos no pudieron contener el caos.

En el momento del asalto al emblemático edificio, los legisladores habían suspendido su reunión para debatir las objeciones presentadas por los republicanos a los resultados en las elecciones en Arizona, uno de los primeros por orden alfabético.

A partir de ahí, el caos y escenas nunca vistas en Washington, con cristales rotos, puertas quebradas y peleas con disparos en el interior del Congreso entre seguidores de Trump y la policía, que desalojó a los legisladores a tiempo y los llevó a un lugar seguro.

Las imágenes de las televisiones y las captadas por testigos dentro del lugar mostraron cómo los seguidores del mandatario saliente paseaban libremente por los pasillos e incluso llegaron a entrar en los despachos de los legisladores.

Algunos de ellos lograron acceder al pleno de la Cámara de Representantes e incluso uno se sentó en uno de los asientos destinados para los discursos oficiales al grito de “Trump ganó”.

El Capitolio pudo ser despejado más de tres horas después del inicio del asalto, poco antes de entrar en vigor a las 18 horas el toque de queda decretado de manera urgente por la alcaldesa de la capital, Muriel Bowser, y se restableció la seguridad.

Al menos 13 personas fueron detenidas en estos incidentes, acusadas de posesión de armas de fuego, agresión y cruce de líneas policiales, según las autoridades.

No obstante, una vez que entró en vigor el toque de queda, los agentes antidisturbios empezaron a avanzar hacia el centro de la ciudad para empujar a los seguidores de Trump lejos del Capitolio, y estos obedecieron, alejándose de la zona lentamente pero sin dar señales de querer regresar a sus residencias u hoteles.

Algunos manifestantes se dirigieron hacia la calle 16, a una intersección situada enfrente de la Casa Blanca y bautizada como la plaza de “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”).

Allí, dos decenas de ellos se enfrentaron con otros manifestantes contrarios a Trump, a puñetazos, con gas pimienta y una pistola de descarga eléctrica, hasta que la Policía intervino para que pararan.

Pese a que durante estos incidentes Trump siguió tuiteando justificando la actitud de sus seguidores, en un momento dado les pidió “que sean pacíficos”, poco antes de que la red social decidiera suspender temporalmente la cuenta.

En una declaración a la prensa desde Wilmington (Delaware), el presidente electo Joe Biden dijo que la democracia del país “está bajo un asalto sin precedentes, una insurrección que roza la sedición, y debe acabar ahora”.

El Congreso retomó anoche la sesión para corroborar el resultado de las elecciones del pasado noviembre. Hasta el cierre de esta edición la sesión continuaba.

Según la cadena CNN, varios miembros del gabinete de gobierno están discutiendo la posibilidad de invocar la enmienda 25 para forzar la salida inmediata de Donald Trump, aunque existen amplias dudas sobre si este proceso que contempla la Constitución prosperaría o si es aconsejable en estos momentos de tensión.