VALLADOLID, Yucatán, lunes 07/12/20.- Pégame, pero no me dejes: Una vez más una mujer víctima de violencia perdonó a su pareja, Crisanto Santiago M.C., quien creyó que quedaría libre de proceso penal, pero se equivocó porque la violencia familiar se persigue de oficio.
Debido a esto, la señora A.D.U. no logró del todo su objetivo, pues sólo logró que se sobresee el delito de lesiones, pero quedó vigente el de violencia familiar, de modo que la juez de control de Valladolid, Claudia Crisol Antonio Mayor imputó a Crisanto Santiago, por violencia familiar.
Le impuso las medidas cautelares de no salir de Yucatán; someterse a vigilancia; presentación quincenal; separación inmediata del domicilio; localizador electrónico; no concurrir a la casa de la víctima en un radio menor a 500 metros; tampoco acercarse a la querellante en un radio menor de 500 metros.
La vigilancia la efectuará la unidad de medidas cautelares y de la Policía Municipal de Valladolid y la audiencia de vinculación de este sujeto será el miércoles 9 de diciembre.
Crisanto y la denunciante se casaron desde hace 9 años y procrearon tres hijos; viven en una casa de la calle 58 entre 45 y 49 de la colonia “Sisal”, de Valladolid.
Durante ese tiempo, la mujer ha sido violentada física y psicológicamente.
El miércoles 2 de diciembre, a las 20:30 horas, Crisanto llegó ebrio a su domicilio, insultó a su esposa, le dijo que la mataría y después se mataría él, a la vez que corrió hacia ella.
Sin embargo, para evitar la agresión, la mujer salió corriendo a la calle, pero Crisanto la alcanzó a las puertas de la casa y la jaló del cabello y brazos, al tiempo que la insultaba.
El sujeto, al ver que se acercaban policías municipales, la empujó y la tiró al suelo, de modo que la mujer se lesionó en la pierna derecha; cobardemente trató de huir, pero los agentes lo detuvieron.