MÉRIDA, Yucatán, lunes 19/10/20.- Eulogio Piña Briceño, el segundo peor líder de la SNTSA, sección 67, luego de Alvar Rubio Rodríguez, seguirá por lo menos ocho meses más al frente del sindicato, que convirtió en su botín personal y el de sus familiares.

Desde que asumió el cargo se dedicó a vender plazas, pedir moches y a acomodar a sus parientes sanguíneos y políticos, así como a solapar los desplantes y arbitrariedades de varios de ellos.

El período de Piña Briceño venció en julio, pero debido a la pandemia del Covid-19 el período de vigencia de la directiva actual de la Sección 67 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud y otras organizaciones sindicales, se prorrogará hasta el 31 de diciembre próximo.

El acuerdo se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 30 de septiembre y es aplicable a todos los sindicatos del país registrados en la dependencia cuyas directivas hubiesen terminado su período de vigencia entre el 23 de marzo y el 31 de diciembre de 2020.

La medida publicada en el Diario Oficial no significa que en enero de 2021 haya elecciones inmediatas, sino que se negociará la fecha de la renovación del comité nacional y después que tomen posesión se programarán elecciones en los estados que tengan cambio pendiente, como en Yucatán, lo que podría suceder en febrero, marzo o abril.

Una de las últimas fechorías, denunciada por trabajadores de contrato que tenían hasta cinco años y les tocaba base pero no se las dieron, fue que Piña Briceño vendió las plazas en Valladolid, a poco más de $100 mil.

A varios de los que compraron las plazas los trajeron y acomodaron en el Hospital O’Horan y en otros hospitales, donde deberían estar seis meses y un día para volverlos a su lugar de origen, pero en otra anomalía, ya los van a regresar a Valladolid, sin cumplir el plazo previsto en las normas.

“La salida de Eulogio Piña cada vez apesta más: la venta de plazas en Valladolid es otro de sus chanchullos que le ha redituado buenas ventas”, aseguró un sindicalizado entrevistado, quien agregó que los vallisoletanos fueron acomodados en el Hospital O’Horán y en otras instituciones. El informante dijo que llegaron con base y les prometieron que después de seis meses y un día se regresarían a la Sultana de Oriente, pero al parecer se irán antes, pues un grupo de va en noviembre y otro se quedará hasta diciembre a cumplir la norma de seis meses y un día.

“Esa venta de bases en Valladolid rompió las esperanzas de los trabajadores de contrato que se partieron el alma en tiempos de Covid-19 y el mismo personal de base y de confianza comenta en los pasillos que “no es justo. Hay personas de contrato con cuatro, cinco y seis años de antigüedad que deberían tener base”, precisó nuestra fuente.

Sin embargo, resignados, los trabajadores de contrato dijeron que lo malo es que no pueden pagar los 100 mil pesos o más que pide Piña y sus secuaces. Y después de esta pandemia, menos”.

La sobrina incómoda

Gabriela P.B., la sobrina incómoda de Piña Briceño es La Reina de la prepotencia y ahora anda como loca reportando a todo el personal de Enfermería.

Dice que la tratan mal, que no entiende que una vacuna duele porque por más que la aguja esté fina, todo porque supo que la enfermera que se la aplicó es esposa de un acomodador de coches al que denunció sólo porque éste se recostó en el auto de la señora.

Esta mujer acusa a doctores y enfermeras con tal de desparramar soberbia y prepotencia y en el Hospital O’Horán, donde “trabaja”, sólo se la pasa paseando y llevando a sus amigos a consultar y a que les apliquen vacunas; le tienen miedo, “porque su mirada es amenazante. No queremos que nos reporte por verla”.

En marzo dijimos que Gabriela P. le dijo a un acomodador de autos “Me voy a vengar de ti, no sabes con quien te metes, soy sobrina del doctor Piña”, sólo porque el trabajador cometió el pecado de recostarse en el auto de esta mujer, que lo demandó, lo detuvieron y luego lo soltaron por falta de pruebas.

Prepotente, soberbia y conflictiva, como la describen sus compañeros de trabajo, esta mujer labora en el Hospital O’Horán, en donde es conflictiva porque se siente todopoderosa por ser sobrina del corrupto líder del SNTSA, sección 67 Eulogio Piña.

Luego que la exhibieron como soberbia, prepotente y conflictiva, Gabriela emprendió una campaña en contra del acomodador de autos al que demandó y acusó a base de mentiras.

“Se volvió casi loca con la nota y comenzó a decir  que es influyente e intocable porque es sobrina del Dr. Piña”, indicaron personas que trabajan en el Hospital O´Horán y la conocen perfectamente.

Nuestros informantes afirman que lo detestable del caso es que el secretario general del SNTSA, Eulogio Piña, le solapa estas cosas a su pariente, en lugar de reprenderla. (CONTINUARÁ).