MÉRIDA Yucatán, sábado 27/06/20.- Ocho días después del mortal accidente que ocasionó el chófer de la ambulancia de Bokobá, la alcaldesa Rubi Alejandrina Sosa Pérez y la aseguradora de Banorte se niegan a aceptar la culpa y no quieren pagar.

De manera irresponsable y tramposamente, Ermir Alejandro Puc, director jurídico de la Comuna de Bokobá instruyó al chofer y a su copiloto para que digan que pasó con la luz preventiva de amarillo y demás detalles que asentó en su testimonio.

Todo esto se lo dijo el chofer de la Ambulancia a Valerio Buenfil Méndez, al que chocó y con el que compartió celda el día del accidente.

El chófer es Sergio Dzul Oxté y ese día manejaba sin sirena y  a toda prisa, porque llevaba, entre otros, a una señora que sufría un infarto y tenía la presión de los familiares que lo apuraban para llegar a la clínica. Sergio es albañil y los fines de semana trabaja como chofer de la Comuna de Bokobá.

En sus apuros, momentos antes de llegar a la esquina del cruce de la calle 26 con 31 vio a dos motocicletas, que hacían el alto obligatorio de la luz roja; a pesar de esto, él decidió pasar y para lograrlo maniobró a la izquierda para no chocar a las motos; sus acompañantes estaban con la vista al frente, vieron este hecho.

“Al mismo tiempo yo empezaba a cruzar la calle. El mismo Sergio me afirmó que “no te vi sólo sentí una explosión y al instante estaba incrustado en una de las puertas de la papelería Imagine”, afirma Valerio en su portal “La Voz de Motul”.

El cronista de la ciudad dice que había salido de su casa, hizo su alto obligatorio y vio a las dos motos que hicieron su alto; cuando la luz verde del semáforo le tocó se moví para cruzar, al momento que sentí el brutal impacto que prácticamente acabó con la vida de Claudia Judith Ojeda Ramírez.

Al seguir su relato del accidente Valerio dijo lo siguiente:

Como pude salí del coche buscando auxiliar a Claudia, sin lograrlo, porque la puerta quedó prensada; desesperado busqué ayuda y auxilié a la menor que viajaba con nosotros; en mis apuros vi a una de las mujeres que manejaba una de las motos, tenía un vestido amarillo, alcance decirle “tú eres mi testigo”, es una clienta, estoy averiguando el nombre, la conozco bien de cara, pero no sé donde vive.  

En la papelería “Imagine” estaba el profesor Leonardo, quien dijo que no escuchó ninguna sirena de alarma. Andrea Alcocer Can manifestó que fue la última persona que cruzó con la luz preventiva sobre la calle 26, venía adelante del vehículo de traslado de Bokobá, al que vio por su retrovisor y le sacaba aproximadamente una cuadra. Se dirigía a su casa. Deysi Can estaba en la puerta de su casa y vio cruzar ese vehículo a toda velocidad sin sirena de alarma.

Esa noche compartí celda con Sergio, en los separos de las oficinas de la Fiscalía General del Estado de Yucatán en el municipio de Motul. Tuve oportunidad de platicar largo con él, me platicó de su oficio de albañil, que ya se había retirado de trabajar y que lo mandaron a buscar a su casa y le pidieron ese traslado. Estaba cansado, no había dormido toda la noche. No portaba uniforme. Vestía pantalón mezclilla y una playera. Me confesó que  las motos lo obligaron a cargarse a la izquierda, maniobra que hizo fatal la aparatosa colisión.

“Después de atender la situación de Claudia en el hospital y su sepelio, voy a empezar mi defensa. Soy víctima de una fatalidad; el causante del accidente es un homicida imprudencial y él  bien lo sabe. Los responsables son el Ayuntamiento de Bokobá que preside Rubí Alejandrina Sosa Pérez y la aseguradora de Banorte; tramposamente como es su estilo, quiere recurrir como solución al problema de un  “Semaforazo”, un acuerdo que existe en el ámbito vial que señala que en estas situaciones es difícil probar las cosas, muy cómodo para ellos”, afirmó Valerio Buenfil.