DZIDZANTÚN, Yucatán, lunes 02/12/19.- De nuevo el keylogger instalado en la Comuna hackeó la cuenta de la hija de una empleada, de una niña de menos de 14 años de edad, y el usurpador se conectaba después de las dos de la madrugada y pedía fotos comprometedoras a personas adultas, e incluso solicitaba video llamadas.
Este keylogger fue instalado por orden del polémico alcalde Ismael Aguilar Puc (a) “Lord fotografía”, para espiar a sus empleados, hace de las suyas y hackea la cuenta de la hija de una empleada del ayuntamiento.
Según nuestra informante, una persona le dijo a la madre de la menor lo que pasaba, para que tomara cartas en el asunto, ya que de no ser la niña la que mandaba los mensajes, se podría configurar un delito.
Fuentes extraoficiales indicaron que la madre de la menor le reclamó al director de publicidad Moisés Uicab, ya que es uno de los sospechosos de haber hackeado la cuenta de la menor, ya que posiblemente obtuvo su clave de acceso a Facebook y después en horas de la madrugada se conectó y se hizo pasar por la jovencita.
“Gracias mi vida, eres muy guapo, no tiene una foto con tu sport me la regalas, soy yo la que te pica, no tengo celular por traviesas, la juventud de ahora”, algunas de las frases que presuntamente la menor le mando a una persona adulta, para entablar platica.
También se habló de la presunta participación en el hacker, de una tercera persona de apellido “Aguilar”, pero lo más curioso del caso es que después de una video llamada y un chat comprometedor, con fecha 21 de noviembre, la cuenta de la menor sigue activa y publicando sus momentos como su visita a Xmatkuil el 29 de noviembre.
El martes 15 octubre publicamos que un empleado del ayuntamiento señaló que Moisés Uicab era el encargado de “monitorear todas las conversaciones escritas” de empleados, secretarias, policías y funcionarios del ayuntamiento, para poder detectar quien mal habla del alcalde.
Nuestro informante indicó que, por medio del keylogger se logró identificar y dar de baja al excomandante Zapata como uno de los policías más corruptos de la corporación, ya que cobraba “bisnes y moches” a cantineros, clandestinos y traficantes furtivos, del pueblo y del puerto de Santa Clara.
Este caso de la Comuna de Dzidzantún se configura como un delito de espionaje informático, el cual se da cuando un sujeto accede sin consentimiento a los datos de otra persona cometiendo una acción delictiva, el cual se puede encontrar en el Título X del Código Penal Delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio, en su Capítulo Primero del delito del descubrimiento y revelación de secretos y en su primer artículo 197.