CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 06/02/19.- Para acabar con la tos, la gripe o el dolor de garganta, combatir el acné, el cutis graso o eliminar las manchas en la piel, la cebolla es un ingrediente que no debería faltar en el botiquín de tus remedios caseros. Picada, rallada y hasta su jugo tienen virtudes que puedes aprovechar. Entérate de cuáles son.
1. Es fuente de nutrientes
Tal vez te haga llorar, pero la cebolla está de tu lado cuando se trata de la salud. Tanto la blanca como la morada y la roja tienen vitamina A, B y C, calcio, magnesio, fósforo, hierro y potasio. Sus principales activos son la alicina y la aliína, componente a los que se les atribuyen propiedades terapéuticas.

2. Tiene efecto antibacterial y cicatrizante
Otra de las propiedades de la cebolla es su poder antibacterial para combatir los hongos de los pies, también denominada onicomicosis. Puedes frotar directamente sobre la uña afectada una cebolla sin piel o bien, puedes licuar una trozo de cebolla y usar un hisopo de algodón empapado con el jugo resultante sobre la uña afectada. Deja actuar por 30 minutos.
Ya desde la Edad Media sus cualidades terapéuticas demostraron ser muy útiles para aliviar enfermedades infecciosas como el tifus, la cólera y las pestes. Asimismo, durante la Segunda Guerra Mundial se usaron los vapores de la pasta de la cebolla, para aliviar dolores y para ayudar a la cicatrización de las heridas.

3. Funciona contra la tos y como antigripal
Debido a su efecto mucolítico, expectorante y antibiótico, es una excelente opción natural para aliviar la tos. Funciona en cualquiera de sus formas, pero lo más recomendable es hacer un jarabe: se hierven varias cebollas cortadas en rodajas y luego se machacan hasta formar una pasta y se le añade unas cucharadas de miel.
Consumir habitualmente cebolla, de acuerdo con un estudio del Instituto Tecnológico Agroalimentario de España, ayuda a aumentar las defensas del organismo y actúa como antigripal natural. Su alto contenido en sustancias azufradas con propiedades bactericidas combate la infección desde los primeros síntomas. Prepara una sabrosa sopa de cebolla para vencer al resfriado.

4. Es aliada de tu corazón
Si tienes colesterol alto, comer una cebolla mediana al día puede ayudarte a disminuir su nivel en un 15%. Según un estudio de la Universidad de Pennsylvania, EE.UU., una enzima llamada alinasa (la misma que te hace llorar cuando la cortas) ayuda a adelgazar la sangre y reducir los niveles de colesterol “malo”.

5. Y también de tu piel
La cebolla funciona como astringente. Para eliminar la acumulación de grasa en tu rostro, quítale una capa y frota sobre las zonas críticas. También puedes preparar un enjuague: corta una cebolla mediana en cubos y ponla dentro de un frasco con agua; deja macerar toda la noche y usa la mezcla por la mañana.

Si padeces de acné, la cebolla puede poner fin a tus molestos granos, gracias a su alto contenido de azufre. Después de lavarte la cara, aplica jugo de cebolla fresco sobre el área con acné, deja actuar por 15 minutos y lava (ss normal que arda un poquito).
El azufre y la vitamina C que contiene su jugo la hacen una excelente opción para atenuar las manchas de la piel. Para hacer el jugo, pulveriza una cebolla pequeña en la licuadora, luego empapa un algodón y aplica sobre las manchas. Deja actuar por 10 minutos y lava la cara con agua fría.

6. Revitaliza el cabello
Si no tienes problemas con el olor, la cebolla puede ser un excelente remedio para estimular el crecimiento de tu cabello y llenarlo de brillo. Corta una cebolla de buen tamaño por la mitad y frota por el cuero cabelludo, asegurándote de que su jugo se impregne en la piel. Deja actuar por un par de horas y lava. También puedes echar a tu champú una cebolla picada y dejar macerar por 15 días.

Masajear el cuero cabelludo con jugo de cebolla puede ayudarte a frenar las canas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Bradford, Reino Unido, la catalasa, una enzima que contiene, disminuye el peróxido de hidrógeno que se acumula en los folículos pilosos y decolora el cabello.

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