MÉXICO.- El aguascalentense Arturo Saldívar se recuperó de una salida en silencio en su primer toro y, con el sexto de la tarde, se llevó dos orejas que le convirtieron en el triunfador de la séptima corrida de la Temporada Grande 2014-15 de la Plaza México.
Saldívar tuvo enfrente un gran astado de Xajay, que mostró nobleza y clase suficientes para que el diestro contagiara al público que acudió al coso de Insurgentes.
Una faena estética de parte de Saldívar, que con seriedad presentó una faena merecedora del doble premio y el arrastre lento para el astado.
Antes, en el tercero de la tarde, Saldívar tuvo un enemigo incómodo y deslucido que nunca permitió que el matador se encontrara.
Quienes sí habían tenido buenos inicios en la tarde de ayer fueron Fermín Rivera y Mario Aguilar, que coleccionaron una oreja cada uno en su primera salida al tercio.
Rivera mostró el valor y la entrega de siempre, con notables momentos sobre el pitón izquierdo y muletazos demasiado largos.
La gallardía de Rivera se confirmó cuando mostró el trofeo obtenido unos minutos antes y luego, de propio pie, llegó a la enfermería para ser atendido de un puntazo de cinco centímetros en la axila.
Volvió al ruedo para el cuarto de la tarde, pero la faena decayó y tuvo que conformarse con una valerosa primera presentación en la tarde de ayer.
Aguilar también siguió el buen camino que minutos antes había marcado Rivera, y con mucho esfuerzo fue capaz de sortear las capacidades del toro para hacerse merecedor de una oreja.
Destacó sobre todo con un arrimón hacia el final de la faena, que tuvo buenos y naturales momentos que le fueron recompensados.
En el quinto de la tarde enfrentó un toro muy complejo e inquieto, que le provocó recriminaciones del respetable.
Adrenalina.-